Con motivo de las fiestas de Nuestra Señora del Carmen, que finalizaron ayer, los balermeros pudieron degustar ayer en la Plaza de la Torre una estupenda paella. La paella sació el apetito de propios y extraños que hicieron una cola enorme -daba la vuelta a la torre- para disfrutar de este manjar que contenía nada más y nada menos que 80 kilos de arroz, 110 kilos de carne y 30 kilos de pimientos.

Los cocineros se fueron afanando desde bien temprano para que nada fallara y todo el mundo pudiera saborear esta paella que en Balerma es una tradición y que ayer volvió a reunir a muchísimas personas. De hecho la paella estaba prevista para 800 personas, sí bien es cierto que no quedaron ni las migas de los panecillos que también se repartieron para acompañar a la paella. Además y por si fuera poco todo ello acompañado de cerveza que fue el mejor antídoto ante el calor sofocante que ayer tampoco quiso perderse el convite. Precisamente el sol motivó que la playa balermera -que cuenta con una bandera azul- se llenara hasta la bandera para disfrutar del sol, la paella y la cerveza o lo que es lo mismo, un plan perfecto.

Sin embargo antes de la paella, los más jóvenes tenían que pagar el tributo de la cucaña. La cucaña es una tradición en la que un joven deslizándose por un mástil resbaladizo tiene que conseguir la bandera que hay en la otra punta. Finalmente el triunfador fue Manuel Muñiz que después de varios intentos y con el ánimo del público consiguió el premio, es decir, la bandera y los 50 euros.

Por la noche los balermeros volvieron a vivir momentos de mucha emoción cuando los marineros de este núcleo costero embarcaron a la virgen y la pasearon por el litoral balermero. Muchos, entre ellos, la presidenta le pidió a la virgen "mucha salud porque es lo más importante pero luego también le pedí que nos ayude a salir de la crisis, a través del trabajo".

Las fiestas de Nuestra Señora del Carmen se cerraron con una gran verbena celebrada en la caseta municipal a cargo de Ecos.com.