Almería

Un detenido y un huido en la operación policial contra las autores de 17 robos en fincas

  • El arrestado por la Guardia Civil es vecino de La Mojonera y trató de agredir a los agentes en El Ejido

La Guardia Civil ha detenido a un vecino de La Mojonera, identificado como S.G. y de 31 años de edad, como presunto autor de 17 delitos de robo con fuerza cometidos en el campo del poniente almeriense, así como por presunta desobediencia activa grave y atentado a agentes de la autoridad, al tiempo que se ha emitido una orden de búsqueda y detención para otra persona huida y que supuestamente también ha participado en dichos robos. Según informó ayer en una nota, esta actuación tiene su origen en el pasado mes de septiembre, cuando se inició una operación para detener a los presuntos autores de robos cometidos en la zona del poniente almeriense.

Desde entonces, los agentes de la Guardia Civil han venido desarrollando servicios discretos de vigilancia y seguimiento, y recabando sobre el terreno valiosa información sobre las personas que cometen este tipo de delitos, su modus operandi y el recorrido del material robado. La investigación y las averiguaciones realizadas por los agentes en las localidades almerienses de El Ejido, Roquetas de Mar, Vícar y La Mojonera, y en las barriadas de Las Norias de Daza y San Agustín, les situaron tras la pista de dos personas que se dedicarían en horario nocturno a realizar robos en invernaderos, almacenes de aperos o casetas de motor de riego, por lo que, en los últimos días, los agentes de la Guardia Civil de Almería intensificaron la vigilancia en la zona.

El 5 de diciembre, los agentes de la Guardia Civil en la zona recibieron un aviso de la Central Operativa de Comunicaciones (COC) de la Comandancia de la Guardia Civil informando que se estaba produciendo un robo en un almacén agrícola en el paraje 'Puesto Juarez', cerca de la barriada de San Agustín. Los agentes de la Guardia Civil establecieron entonces un dispositivo de búsqueda y cierre en la zona que dio resultado sobre las seis de la madrugada, cuando una patrulla escuchó un fuerte ruido metálico procedente del interior de un almacén de aperos, aproximándose cuidadosamente al mismo, observando, primero, la puerta del almacén forzada, y más tarde sorprendiendo a dos personas en el interior del almacén. Allí les dieron el alto y se inició la persecución que acabó con la detención de uno de ellos.

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