L Los retos del Gobierno de Zapatero

El futuro de la provincia pasa por tres mujeres

  • En sus manos están los grandes proyectos e infraestructuras que impulsarán y perfilarán definitivamente a la Almería del siglo XXI · Los principales retos son comunicaciones y agua

Tres mujeres. Dos ministras y una secretaria de Estado tienen en sus manos la posibilidad de impulsar en esta legislatura, con nuevos proyectos e infraestructuras, la transformación que marcará un antes y un después en la historia de la provincia. El soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad, la llegada del AVE, el final del hotel del Algarrobico y el agua que acabe con la sed que ha traído la peor sequía de los últimos años en los pueblos almerienses son algunos de los retos que tendrán que afrontar con el objetivo de perfilar y dibujar definitivamente la fisonomía de la provincia en el siglo XXI y las bases de su calidad de vida y bienestar económico y social.

Ni Moratinos, ni Sebastián, ni Solbes, ni Bernat Soria. De las 15 carteras de secretarías de Estado y ministerios del nuevo equipo del José Luis Rodríguez Zapatero, sólo son tres las que van a influir decisivamente a lo largo de los cuatro años de legislatura en los desafíos parlamentarios. Serán las ministras de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino -antes agricultura- y de Fomento, Elena Espinosa y Magdalena Álvarez respectivamente, y la Secretaria de Estado de Inmigración y aún diputada nacional por el PSOE de Almería, Consuelo Rumí. Desde sus departamentos tendrán que dar un empuje definitivo, con la ayuda directa de los consejeros de la Junta de Andalucía, a algunas asignaturas pendientes y nuevos proyectos que permitan que la provincia siga creciendo y afronte sin miedo el futuro inmediato. En sus manos está a partir de ahora completar las actuaciones del Programa AGUA y acabar con el que se convirtió en el símbolo de la destrucción y ocupación del litoral, el hotel del Algarrobico en Carboneras.

Si el temido déficit hídrico, que según el Partido Popular ya está provocando restricciones en los regadíos, es importante, tanto o más lo es acabar con el histórico aislamiento de la provincia. La Alta Velocidad y el soterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por la ciudad son las dos grandes asignaturas pendientes que no se acaban de hacer realidad y que tienen tras de sí muchos papeles y documentos pero ninguna obra de momento. En esta legislatura, la ministra de Fomento tiene que mantener sus compromisos con la provincia y comenzar a mover ficha con estos dos proyectos para que Almería mire al exterior con orgullo porque se abrirán por fin sus fronteras. Magdalena Álvarez también tiene que completar una infraestructura 'enquistada' en el desarrollo económico provincial como la problemática Autovía del Mediterráneo. Cuanto antes se tienen que abrir completamente al tráfico el tramo que inauguró días antes de las elecciones entre Adra y Albuñol y avanzar a ritmo forzoso para finalizar el eje viario que discurre por el litoral andaluz y que permitirá a los almerienses coger la autovía en Cádiz y subir hasta Francia.

La Junta tendrá que completar la faena de la andaluza Álvarez con otras comunicaciones tan fundamentales para vertebrar la provincia como los tranvías y la Autovía del Mármol. En cuanto a los vuelos con Sevilla, Fomento ya ha respaldado la petición de la consejería de Obras Públicas y la pelota está ahora en la Unión Europea que le tiene que dar a la conexión la catalogación de servicio público.

En cuanto a la inmigración, nadie mejor que un almeriense para conocer de primera mano las carencias de los municipios con más presión migratoria. La Secretaria de Estado que llegó con Caldera, Consuelo Rumí, afronta una segunda etapa con el ministro Celestino Corbacho mucho más restrictiva en la que sólo vendrán inmigrantes con contrato de trabajo. Su integración y poner fin a las mafias que traen las pateras a la provincia son dos arduas tareas.

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