Almería

Y el sol brilló por San Marcos

  • Más de 40 carrozas y unos 160 caballos participaron en la romería El estilo rociero fue el más común, aunque también hubo espacio para la reivindicación agrícola

En El Ejido, el domingo de San Marcos se mira al cielo como en Sevilla durante la Semana Santa. Tienen estas fiestas mala fama y siempre se dice que o llueve o hace viento. Sin embargo, ayer el cielo lució despejado y el viento no se dejó asomar tan fuerte como estos días atrás por lo que lo vecinos llenaron las calles para disfrutar de la procesión-romería en la que las carrozas y los caballos compiten por robar el protagonismo al patrón de los agricultores.

La fiesta comenzó bien temprano. Antes de las nueve ya había gente comprando alguna de las 13.000 rosquillas características de esta festividad. También alrededor de esa hora comenzaban a llegar las carrozas a las inmediaciones de la Iglesia, en la calle Lobero y calle Madrid, donde se exponen antes de la procesión. El bullicio se apoderó del centro sobre las diez y media cuando arrancó la misa en honor a San Marcos. Una hora después, pasadas las once y media de la mañana el Santo pisaba la calle acompañado de sus mayordomos Pepe Clavero y Baldomero García, ajenos ya a la polémica con el párroco ejidense que la semana pasada mantuvo en el aire su participación en esta procesión, precisamente ahora que cumplían 40 años acompañando a la imagen.

Los cohetes y el himno de España anunciaron el inicio de una fiesta que los ejidenses viven con un fervor, a veces superior que el de las fiestas patronales en honor a San Isidro. La primera parte del recorrido de la procesión (encabezada por el alcalde y equipo de gobierno, además de otros miembros de la corporación municipal e integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado) transcurrió además entre un enorme gentío, ya que los alrededores del templo es una de las zonas más concurridas del recorrido.

A lo largo de las más de dos horas de procesión, los cohetes continuaron avisando de la llegada del santo, al que también lo acompañaron las Bandas de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora del Rosario de Motril-Molvízar, así como la Agrupación Musical ejidense. Igualmente, los 'vivas' no dejaron de sonar a lo largo del recorrido, donde también hubo muchos balcones engalanados para la ocasión.

Los vecinos no defraudaron con su apoyo a la fiesta y llenaron cada metro del recorrido, disfrutando además de esa tregua de viento que permitió lucir los trajes de gitana a familias enteras. No en vano, las fiestas de San Marcos se caracterizan por ser cortas pero vividas de forma muy intensa. Y los que más supieron disfrutar de la fiesta fueron los 160 jinetes, así como los integrantes de las más de 40 carrozas que configuraron esta edición, con el aliciente además de que muchas podían llevarse un premio.

No en vano, desde el Ayuntamiento de El Ejido han tratado de animar a la participación pasando de premiar a siete carrozas a hacerlo con diecisiete. De esta forma, este año el primer premio estaba dotado de 1.000 euros, mientras que el segundo y tercero se había fijado en 700 y 500 euros, respectivamente". Además, se establecieron cuatro accésit de 300 euros y unos diez nuevos accésit de 200 euros, cada uno de ellos.

Las carrozas de tema rociero fueron las más abundantes, casi en exclusivas. Aún así, también hubo espacio para la reivindicación a través de carrozas en las que se pedía un precio justo para las hortalizas; o para el recuerdo con otra carroza dedicada a los años 90 y juegos de consola legendarios como el come cocos. Al margen de eso, los farolillos, geranios y algún que otro elemento más como fuentes o vendimiadores fueron la representación festiva sobre ruedas de una fiesta multitudinaria.

Una vez finalizado el recorrido de la procesión-romería, y con el santo de nuevo en la Iglesia de San Isidro, a la fiesta aún le quedaba mucha cuerda. No en vano, San Marcos es una fecha que los vecinos de El Ejido viven mucho más allá de la programación oficial. Tras las carrozas, los ejidenses suelen reunirse para comer tanto en bares y restaurantes, como en casas o almacenes de familiares y amigos. Cuando se llenó la barriga, , sobre todo las familias, se animaron a pisar el recinto ferial para despedirse de unos festejos que a muchos les saben a poco pero de los que, afortunadamente, podrán recuperarse con fuerzas hoy lunes, festivo local.

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