En el transcurso del Pleno Extraordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de Mojácar con cuatro puntos en el orden del día, se aprobó por unanimidad la moción presentada por el Partido Democrático de Mojácar relativa a solicitar al Catastro la revisión de los valores catastrales para su adecuación a la realidad actual del mercado. Según el partido PDM, "los valores catastrales vigentes en el municipio mojaquero nacieron distorsionados y muy por encima del valor de los inmuebles, circunstancias que están suponiendo un fortísimo quebranto en las economías de todos los ciudadanos de Mojácar".

El valor de los inmuebles urbanos se obtiene sumando el valor del suelo, el coste de la construcción y los gastos de la promoción. En consecuencia, no se trata de una valoración por comparación con el mercado, mientras que comprobar un valor declarado consiste en contrastar si se ajusta al que se considera tiene el bien y de no ajustarse, fijar el debido. De ahí que los propietarios de viviendas en el municipio, habrán de pagar menos en su correspondiente impuesto de bienes inmuebles una vez revisado a la baja el valor catastral.

El punto del día que causó más polémica fue el 'Plan de Saneamiento Financiero y Mejora de la Hacienda Municipal', se aprobó con siete votos a favor y cinco abstenciones. El Plan de Saneamiento ha sido subvencionado por la delegación de Gobernación para realizar un informe destinado a soportar las cargas financieras de los préstamos con los ingresos previstos. Según la alcaldesa, Rosa María Cano, "la redacción de este informe responde al compromiso adquirido en la aprobación de los Presupuestos Municipales. Al margen de que haya que efectuarlo por ley, una de las virtudes del Plan es que se adapta a la situación actual; por ejemplo, en el apartado de licencias urbanísticas, el Plan de Saneamiento fija que entre los años 2009 y 2010 se dejarán de ingresar en las arcas municipales quinientos mil euros por este concepto". Además, Rosa María Cano hizo una llamada a la austeridad, al ahorro en el gasto para capotear la crisis.