Una mancha de aceite en plena calle ha salpicado directamente a las arcas municipales del Ayuntamiento de Granada. Tanto, que el Consistorio ha sido condenado a indemnizar con 29.471,69 euros a J.L.I.B, vecino de la ciudad, que sufrió una caída cuando caminaba por la acera situada en el cruce de la Avenida de la Constitución con la Avenida de Andaluces debido a un reguero de aceite. Un hecho que provocó que el hombre se rompiera el brazo derecho a la altura del tercio del húmero.

Según la sentencia dictada por el Juzgado Contencioso Administrativo número 3, que podía ser recurrida, la existencia de dicha mancha en una zona de tránsito constituye "un riesgo en sí mismo" y la responsabilidad es atribuible a quien tiene la obligación de velar por la limpieza y "no achacarla a quien camina o deambula normalmente".

La reclamación que presentó el hombre al recibir el alta, el 17 de noviembre de 2005, tuvo el apoyo de varios testigos, quienes aunque no presenciaron el accidente sí observaron que el señor estaba manchado de aceite y tenía signos de haberse fracturado el brazo. Precisamente, ellos mismos minutos antes habían resbalado en el mismo lugar por la misma causa.

No sólo su versión fue refrendada por los testigos. Las manifestaciones de los policías locales que intervinieron en los hechos afianzaron aún más la teoría de que la causa de la caída había sido la mancha. Según recoge la sentencia, los agentes corroboraron que en el mismo sitio se habían producido otros resbalones.

El juzgado, tras examinar las pruebas, llegó a la conclusión "del deficiente estado del lugar", que carecía de señalización para advertir del peligro, lo que "denota una falta de atención reprobable, un funcionamiento anormal del servicio público". Eso fue determinante para que el hombre se cayera y tuviera que seguir un periodo de rehabilitación en el Hospital Universitario de La Fe de Valencia.

La demanda que presentó el herido también estaba dirigida contra la empresa de limpieza Inagra, pero ésta ha quedado al margen.