Aunque tanto a la plantilla como a la afición celeste les quedó una sensación algo agridulce, porque en las últimas jornadas se dejó escapar la oportunidad de soñar con metas mayores (Copa del Rey e incluso luchar por entrar en play off), el equipo aprueba con buena nota al haber cumplido su objetivo de lograr la permanencia sin problemas y el de acabar entre los diez primeros clasificados un curso en el que los de Alberto González han tenido que superar numerosas adversidades. Una mala planificación dejó al equipo sin delanteros de garantías durante gran parte del primer tramo de la campaña, pero la llegada de Corral y de Pino dieron otro aire a un CD El Ejido que tuvo que reinventarse semana tras semana. Los del Poniente, pese a que aún tienen mucho que mejorar, han ganado peso en su segunda temporada en una categoría de bronce en la que quieren apostar más fuerte la próxima campaña en lo que a metas refiere.