Exquisita o amarga, todo dependerá del resultado que coseche esta noche el Almería ante un rival directo por la salvación. La tarta que Lucas Alcaraz se ha ganado por tantos años de profesión puede estar recién horneada, con chocolate caliente y cremosa a más no poder, o puede haber sido comprada deprisa y corriendo en un hipermercado, con el riesgo que supone para el paladar y para los niveles de colesterol este tipo de dulces industriales.

Trescientos partidos al frente de diferentes equipos en Segunda División, muchos de ellos dirigiendo a dos equipos de Almería. La fecha tan señalada se las trae, pues buena parte de la tranquilidad que necesita el club en estos momentos de la temporada estará en juego en el Nou Municipal de Reus. Por importante que sea este logro para el técnico granadino, en su cabeza no hay otra cosa que hacer un partido decente en tierras catalanas y sumar en la lucha, camino nuevamente de agónica, en la que vuelven a estar enfrascados los rojiblancos para lograr la salvación.

Como siempre, todo puede ir un poco peor para el Almería. Con un punto sobre nueve posibles, y precisamente en el momento más duro del calendario en esta segunda vuelta, las bajas vuelven a cebarse con el plantel. Todo lo contrario de lo que le ocurre a su rival de esta noche. La expedición almeriense viajó ayer justa, perdiendo hombres importantes del once por culpa del virus FIFA y de las siempre inoportunas lesiones.

Lucas Alcaraz tiene que buscar un recambio en el centro de la defensa y tomar riesgos en el centro del campo. En lo que a la zaga se refiere, lo normal es que Owona sustituya a Joaquín. El ex del Alcorcón estuvo a muy buen nivel antes de su lesión, pero precisamente se lastimó en Santo Domingo y le ha costado coger el gran ritmo que tenía. En la medular, por contra, la ausencia de Sulayman es más difícil de cubrir, puesto que Verza está recién salido de una lesión y, por correr, ya previamente se había roto hace unas semanas. Si el oriolano no se ve para jugar, Callejón puede tener su gran oportunidad junto a Rubén Alcaraz. El de Pujaire es un centrocampista del filial que le gusta al técnico granadino, que apostó por él cuando se lesionó Mandi, en vez de buscar en el mercado de fichajes. Aunque en el filial ha destacado por su capacidad de mando, los nervios que supone un partido de tanta trascendencia son una prueba de fuego auténtica.

Por su parte, el Reus se encomienda a la vuelta de Vitor en su nuevo intento de rebasar la barrera de los 40 puntos que tanto se le resiste al conjunto catalán. El media punta portugués sufrió un esguince de grado dos en su rodilla derecha hace cinco semanas y podría estar recuperado de su lesión, por lo que puede volver a disponer de minutos y a recuperar el liderazgo en el centro del campo que se había ganado en las últimas jornadas. Además, otro futbolista de los que causaron baja la semana pasada durante la derrota de Vallecas tiene muchos números para reaparecer, se trata de Migue García. El lateral zurdo habitualmente suplente, también superó sus molestias.

El partido comenzará a las ocho de la tarde, por lo que ambos equipos sabrán lo que han hecho Córdoba y Leonesa, los dos equipos que ahora mismo ocupan las plazas de descenso aún libres. Hay que ser inteligentes