Toros

Jorge Martínez: aquel niño de Totana ve cumplido el sueño

Jorge Martínez cortó dos orejas al segundo toro.

Jorge Martínez cortó dos orejas al segundo toro. / Javier Alonso

La tarde de ayer no fue una más en la vida de Jorge Martínez. Tantos años de sacrificio fructificaban en su alternativa como torero. El niño que soñaba con ser matador de toros al fin lo ha conseguido. En el graderío no se hablaba de otra cosa mientras que se iba llenando, poco a poco, la plaza. Más de tres cuartos de entrada y un gran ambiente de esas tardes grandes de feria. Todos querían ver el estreno de Martínez, totanero de nacimiento pero almeriense de corazón. Juan Ortega, de padrino, y Roca Rey como testigo, con toros de El Parralero. El cartel no podía ser mejor.

El toricantano era el encargado de abrir la corrida, recibiendo a un primer toro que dio un susto al inicio de la faena y que poco a poco se fue viniendo abajo. Al poco de comenzar el tercio de varas, en los primeros pases de Jorge Martínez con el capote llegó el susto. El toro le dio un revolcón que, afortunadamente, no tuvo mayores consecuencias pero el torero quedó algo aturdido. Ya en la suerte de banderillas, el almeriense Curro Vivas también sufrió un revolcón. El inicio accidentado de la faena culminó con el toro dando una voltereta por el albero, con el correspondiente daño en la columna. Así llegó el momento más esperando, cuando Juan Ortega le cedió los trastos a Jorge Martínez, con Roca Rey de testigo. El totanero le brindó el toro a su familia, llegada desde la localidad murciana para este día tan especial.

Juan Ortega le cede los trastos a Jorge Martínez. Juan Ortega le cede los trastos a Jorge Martínez.

Juan Ortega le cede los trastos a Jorge Martínez. / Javier Alonso

Martínez tuvo un toreo pausado, en los medios, cadencioso como es muy de su estilo. Pero el toro se rajó pronto y se fue a chiqueros, donde tuvo que fajarse con él. Allí lo pasó peor haciendo un tipo de toreo que no es el suyo, pues él disfruta más en los pases medios y largos. En la suerte final Jorge Martínez falló al entrar a matar, con dos pinchazos y una estocada. El público premió su actuación con una ovación y el matador respondió con saludos.

El segundo toro de la tarde fue para Juan Ortega. Se lo llevó a los medios con verónicas, muy jaleadas por el generoso público almeriense, que también aplaudió con ganas un buen puyazo. Tras la devolución de tratos de Jorge Martínez, como manda la tradición, Ortega tuvo que hacer frente a un toro que apenas embestía y con el que tuvo que porfiar para sacarle algún pase decente.Cerró la faena con un abaniqueo y falló a la hora de matar, con dos pinchazos y una estocada final. Recibió una ovación.

Lo bueno llegó con el tercer toro, el que lidió el peruano Roca Rey. La res embestía y pudo hacer un toreo muy en su estilo, con verónicas, estirándose y sacando el toro a los medios. Estuvieron muy bien en las banderillas Chacón y Algaba, que saludaron a los tendidos. Roca Rey hizo un toreo muy encimista, fajándose con el toro y culminando con una gran estocada que le hicieron merecedor de dos orejas.

Roca Rey cortó dos orejas. Roca Rey cortó dos orejas.

Roca Rey cortó dos orejas. / Javier Alonso

El cuarto fue para Juan Ortega que consiguió cortar una oreja con una faena pulcra, en su estilo, haciendo humillar al toro, aunque falló a la hora de matar. El segundo de Roca Rey era un toro jabonero que fue bien picado y con el que el peruano volvió a mostrar su toreo encimista, hierático, cruzándose en la cara del toro. Falló con la espada, por lo que la faena se quedó en ovación y saludos.

Y para el final quedó lo mejor. En el último de la tarde sucedió lo que todo el mundo deseaba en el coso de Vilches. Pudieron ver una faena de gran maestro por parte del almeriense Jorge Martínez, en el que dio pases de todo tipo con un toro que ayudaba a ello, pues aunque fue de embestida corta, siempre humillaba y obedecía a la muleta del Maestro . Empezó con verónicas, ganando los medios. Le daba distancia al astado y remataba las series brillantemente. Terminó la faena con excelentes series circulares y un toreo muy arrimado al toro, tanto que el vestido le quedó totalmente lleno de sangre. Acabó con manoletinas, pases de adorno y una gran estocada. Aquello fue la apoteosis. Los tendidos se llenaron de pañuelos exigiendo los máximos trofeos y el presidente no tuvo más remedio que darlos. Las dos orejas eran de justicia y de ley.

Roca Rey y Jorge Martínez salieron por la puerta grande. Roca Rey y Jorge Martínez salieron por la puerta grande.

Roca Rey y Jorge Martínez salieron por la puerta grande. / Javier Alonso

Por la puerta grande salieron dos figuras del toreo: uno ya consolidado, Roca Rey, y otro que empieza a dar sus primeros pasos pero que ya ha demostrado que tiene cualidades para ser uno de los fijos en los carteles de las principales plazas: Jorge Martínez Giménez.

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