Un estudio de la asociación inglesa NEF y la ONG Friends of Earth sitúa a España como el octogésimo séptimo país más feliz del mundo. Es fácil llevar a cabo esa investigación sin pisar Almería, y más aún en Feria. De hacerlo, el resultado sería distinto. La patria estaría mucho más arriba.

El jolgorio en el centro ya ha superado su ecuador de días festivos. Pero no hay motivos para el desánimo. Aún quedan tres jornadas de mucho ambiente y una de ellas está llamada a ser la de más bullio, la del sábado.

Mientras tanto, la Feria del Mediodía sigue su curso. Dicen muchos que la asistencia está siendo la mayor de los últimos tres años, justo desde que se eliminara el botellón de las calles del centro. Tiene sentido, si no hay dinero, no lo hay para viajar, pero sí para juntarse con los amigos y participar de estos días de algarabía sin necesidad de irse lejos. Así también se disfruta del verano y más aun cuando la recta final de este periodo estival está al caer.

Sucede lo mismo con los visitantes de fuera. No hay demasiados extranjeros, pero sí que han viajado grupos de amigos, parejas y familias de provincias cercanas. Los valencianos se llevan la palma este año. Pero le siguen muy de cerca los murcianos, que aunque sus fiestas grandes están al caer, siempre aprovechan el final del mes de agosto para acercarse a las de Almería. Que el calor no sea un incoveniente para vivir la Feria.