Quien diga que la Navidad es la época de reunión familiar debería replantearse el concepto y apuntarle un tanto a la semana de feria de la capital de Almería.

Paseando por las calles del Real se puede apreciar cómo las familias y grupos de amigos se amontonan por cada esquina entre sonrisas y alegrías.

La feria es la excusa perfecta para que las familias que pasan el resto del año ocupados con sus trabajos o que viven en otras ciudades, se reúnan durante unos días para ver cómo sus pequeños lo pasan bien juntos y crean bonitos recuerdos de la infancia. Por la zona de los cacharricos también se encuentran grupos de compañeros de clase que a pesar de verse todos los días durante el curso, no quieren perder la ocasión de reunirse de nuevo para la feria. Pasan de ser compañeros de pupitre a compañeros de asiento en los cacharricos y a todos les sienta bien esa experiencia tan divertida.

Tanto los que van en grupos grandes de gente como los que acuden con menos acompañantes, todos lo pasan igual de bien en una feria de luz, color y música. A la feria ya le queda poco y no hay que perder el tiempo.