Toros

Puerta grande para Emilio de Justo

De Justo salió por la puerta grande

De Justo salió por la puerta grande / Javier Alonso

La tarde era apacible para ver una buena corrida de toros con grandes profesionales. Los toros estuvieron bien presentados, pero han sido muy flojos, en una situación que se asemejaría más a la de unos novillos grandes.El primer toro ha sido para Talavante, que solamente ha obtenido palmas y saludos. El toro ha estado muy digno, ha conseguido una pulla a regañadientes sin querer acercarse al caballo, cayéndose constantemente. Ha habido derechazos, naturales y a los medios, teniendo un ramillete de pases largos con mucho cuidado de que el toro no se cayera. El toreo ha seguido con una serie de pinchazos sin soltar y estocada tendida.

Emilio de Justo ha sido el mejor de la corrida, siendo el gran triunfador con una oreja. El público ha pedido la segunda pero la presidencia ha sido exigente y no se la ha concedido. El toro no ha tenido fuerzas, llevando al caballo por delantales. Sí ha sido estupenda la pulla, que el público ha aplaudido, en un gesto raro en el caso de un picador. De Justo ha brindado a Tomatito y ha sido muy jaleado, doblándose bien. Se puede decir que ha hecho bueno un mal toro, con pases medios y desmayados. El final ha sido bonito, con una gran estocada.

Pablo Aguado ha estado flojo en el primer toro, con pases de recibo regulares y no ha tenido transmisión con un toro que pronto se ha rajado y ha comenzado a defenderse. Aguado ha realizado cinco pinchazos y dos descabellos ante un público que ha estado dividido. Se han escuchado en la plaza palmas y pitos en el toreo de Aguado.

El cuarto toro sí ha ido mejor. Lo recibió a faroles. Talavante brindó al público en una excelente faena en la que sometió al toro con una gran variedad de pases, con derecha, izquierda y chicuelinas. El toreo ha quedado muy lucido y la gente se ha entregado. Con una buena estocada, el toro ha caído pronto pero nuevamente, con solo una oreja. El feo gesto de tirar la oreja al suelo ha recibido algunos pitos.

El quinto toro empezó con un monumental susto al matador Emilio de Justo, llegando a saltar por encima de la barrera y desmontando al picador. Una lidia que arrancó muy ajustada pero que fue mejorando con el paso del toreo gracias a la labor del torero, que volvió a brillar. A de Justo le gustó el toro y lo brindó al público, pese a lo incómodo que era para la lidia, con unos movimientos demasiado fuertes en la cabeza. De Justo supo sacar los pases, pocos, que tenía y lo ahormó, terminando la faena con ayudados, molinetes y fue yendo a más, pese a un toro que solo pasó de malo a regular. La estocada fue certera y se le concedió la segunda oreja. Merecida puerta grande para el torero.

De lo bueno a lo regular. El sexto toro fue para olvidar. Se veía venir que no sería una buena faena desde el inicio, porque a Pablo Aguado ya no le gustó desde la salida. El toro le hizo entrar tres veces al caballo, un hecho poco habitual de las corridas que ya delataba que no acabaría bien la tarde. Ahí se acabó el toro.El toro perdió muchísima sangre y Aguado no llegó a brindar la oreja al público que seguía en la plaza. El toro tuvo muchos problemas a partir de ahí y se empezó a defender como pudo. Aguado tuvo también una actitud fea, que se podría llegar a calificar de poco profesional, al intentar demostrar al público que el toro no valía. Llevaba razón sobre el novillo que le tocó lidiar pero el caballo lo había hecho polvo. Aguado mató de una media fea y tuvo tres descabellos. Como podía ser evidente, la plaza se llenó de pitos contra Aguado.

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