Edulcorando las fiestas Tradición y algodón de azúcar

"Recuerdo la armonía que se vivía hace 40 años en el recinto del Puerto"

  • Enrique Rodríguez, de 75 años, porta su viejo y genuino carrito por las fiestas de Granada y Almería. Ya jubilado, sigue en esta profesión para acompañar a su esposa, Carmen Novi

"Soy feriante desde que nací y todavía hoy, con 75 años, sigo trabajando porque esto me da la vida". Éste es Enrique Rodríguez, un granadino hijo de madre almeriense, no ha conocido en su vida otra cosa que no sea el sacrificio de una vida que reconoce que "aunque se padece mucho, prefiero esto a estar en mi casa, acartonándome".

Rodríguez regenta un puesto ambulante de algodón de azúcar junto a su mujer, Carmen Novi. Pero ese curtido feriante, no sólo se ha dedicado a la venta de este esponjoso y demandado dulce azucarado. Anteriormente, cuando salió del negocio familiar para montarse por su cuenta, llevó un puesto de tiro. Poco a poco, gracias a la dedicación, llego a tener en su día hasta dos pistas de coches de choque que iba montando a lo largo su larga ruta de fiestas a lo largo de diez meses al año.

"Ya no es como antes, de siempre he hecho toda Andalucía y también Murcia, pero ya, con mi edad, sólo Granada y Almería. Además, se supone que lo hago por acompañar a mi mujer, que ella todavía no está jubilada y así aprovechamos, porque con la paga que luego te queda...".

De una familia de cuatro hijos tan sólo él y su hermana mayor, prosiguieron con la tradición familiar. Por su parte, ninguno de los suyos, quiso continuar con el negocio de su progenitor.

Son tantos años ya los que Rodríguez lleva viniendo a la Feria de Almería que cuando hecha la vista atrás, recuerda "aquellos tiempos, creo que hace algo más de 40 años, cuando nos ponían en el Puerto. Allí pasé unos años muy cómodo. Había una armonía y un compañerismo entre los feriantes que hoy día, desgraciadamente, ni se parece. Era muy buena época".

Al matrimonio Rodríguez Novi, se les puede encontrar al entrar al recinto de noche, muy cerca La Portada, un ligar donde se puede ver a la señora Novi elaborando con esmero y dedicación esos algodones de azúcar de toda la vida. A su la lado, su marido, Enrique, pendiente de que no le falte de nada y atendiendo a una clientela que en su mayoría, son familias que acuden a satisfacer los deseos más golosos de los pequeños de la casa.

Como otros feriantes, no viven su mejor momento. Junto a la crisis económica, se une que: "la feria del año pasado y de éste esta mal para nosotros. Son muy malos los sitios que te dan a elegir".

Tras tanto tiempo dedicándose a las ferias ambulantes, este matrimonio apura sus últimos años en activo con el objetivo de asegurarse una buena jubilación. Mientras tanto, siguen endulzando a padres, madres e hijos por los pueblos de Granada y Almería con su tradicional algodón de azúcar, el de toda la vida.

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