Feria

La posguerra y los toros, muy presentes en los cuarenta

  • En 1947 triunfa Luis Miguel Dominguín en una corrida que costaba 125 pesetas en sol

La feria de Almería de 1940 necesariamente tuvo limitaciones. Fueron unas fiestas de posguerra en las que el dolor por la Guerra Civil estaba recién iniciado. No obstante, el nuevo Ayuntamiento de Almería organizó un programa de actividades para honrar a la Patrona. En él se incluían actos religiosos como salves, misas y encuentros con los fieles.

El cartel anunciador de la feria era muy artístico, pero simple. Curiosamente no incluía la referencia a la Patrona y sólo hablaba de "grandes fiestas del 17 al 25 de agosto".

Pero también hubo hueco para dos, solo dos, novilladas de feria. Con 15 pesetas de precio en el tendido general de sombra y 8 pesetas en el de sol y las limitaciones de la época, sorprende que las crónicas taurinas afirmaran que el 23 de agosto de 1940 hubiera casi lleno.

El público respondió para ver torear a Pedro Barrera, Paquito Casado y Manuel Martín Vázquez. Precisamente el primero tomó, meses después, la alternativa siendo testigo de la ceremonia Manolete.

La segunda novillada fue el domingo 25 de agosto. En ella participaron la rejoneadora Beatriz Santullano y los novilleros "Armandito" y "Alhameño". Ambos, según la prensa de la época, "cumplieron su cometido con decoro; "Armandito" fue muy aplaudido y hasta se le concedió una oreja.

Los toros, en 1947, también tenían cabida en la feria. La primera estaba prevista para el 29 de agosto y ya antes de empezar resultó histórica. Junto con Gitanillo de Triana y Juanito Belmone estaba anunciado en el cartel Manolete, pero el infortunio se le cruzó horas antes en Linares y su terrible ausencia fue suplida por Agustín Parra "Parrita". Cuentan las crónicas taurinas que un ambiente extraño que impresionó recorrió la plaza cuando los diestros, sin música, hicieron el paseíllo y cuando se guardó un largo y respetuoso minuto de silencio.

A esa primera corrida de feria le siguió la del 30 de agosto con los diestros "Andaluz", "Luis Miguel Dominguín" y Raúl Ochoa Rovira. Dominguín fue el triunfador de la tarde ya que en su primer toro obtuvo dos orejas y rabo y en el segundo dos orejas, rabo y ¡pata!. El torero incluso dio cuatro pases sentado en el estribo y siete naturales a dos dedos de los pitones.

Los almerienses, según los taurinos, afrontaban una feria taurina cara; los precios para ambas corridas eran 1.000 pesetas para un palco con ocho entradas; general sombra: 100 pesetas y barrera de sol 125 pesetas.

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