Ramón Martínez es ingeniero técnico agrícola y tras ejercer como tal en una empresa de El Ejido, a finales de 2014 dio un vuelco a su vida profesional regresando a Albox e iniciando, junto a su hermano, un proyecto para retomar la actividad ganadera de caprino a la que se había dedicado su familia. Martínez fue uno de los beneficiarios de la convocatoria de 2015 de las ayudas para la creación de empresas del sector agroalimentario y ganadero que concede la Junta de Andalucía. Tuvo que crear una sociedad e invertir en modernización, "un camino de obstáculos pero que con tenacidad se supera". Ya ha cobrado el segundo pago de las ayudas y, además, es vicepresidente de la cooperativa Pastora de Taberno, "no somos simples ganaderos o agricultores, sino grandes empresarios", decía.

Las experiencias de Ramón Martínez y de Natalia, una joven que dio el paso a la agricultura, servían ayer de preámbulo en el encuentro que mantuvo la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con jóvenes agricultores de la provincia, concretamente con los 131 receptores de las resoluciones de ayudas como la de Ramón, por importe de 7,6 millones de euros. La mayoría de los beneficiarios de esta segunda convocatoria, de los que casi la mitad son mujeres (41%), se van a instalar en invernaderos ( 80, con un incentivo de 4,8 millones de euros en total). También hay quienes desarrollarán su labor en explotaciones de almendro (25) o de ganado caprino (9), entre otros. Estos jóvenes se suman a los 208 que ya resultaron beneficiarios en la primera convocatoria, lo que supone un total de 339 en el actual marco 2014-2020. La segunda convocatoria de estos incentivos asciende a 62,6 millones de euros, lo que va a permitir la incorporación al sector de un millar de jóvenes andaluces. Díaz afirma que el relevo generacional permitirá mantener el liderato en producción y calidad y subrayaba que por cada joven que se incorpora a la actividad se crean ocho puestos de trabajo indirectos.

Para la presidenta de la Junta, el relevo generacional es el camino y lo que ha motivado a la Junta a dar un mayor impulso al Programa de Desarrollo Rural desde 2008, para que sea más rápido, con más facilidades y menos trámites. El reto ahora, según Díaz es dignificar las explotaciones, hacerlas rentables, que se pague lo que verdaderamente vale, precios justos, acortar la cadena y, en el futuro, que los costes sean menores, tanto en materia de agua como de energía. En este sentido, añadía que es necesario apostar por las infraestructuras hídricas y que el Gobierno de España haga "lo que le corresponde", porque solo así se cubrirá el 90% de las necesidades de la provincia, que se fijan entorno a 175 hectómetros cúbicos de agua. "También pediré que el agua desalada se pague en Almería igual que en Murcia, y que las bonificaciones que están en Murcia también estén aquí". En cuanto a los costes energéticos, la presidenta hacía alusión a decisiones incorrectas, a su juicio, en el fomento del uso de energías renovables. "Habrá que pedir que no tengan que pagar por aquella energía que no consumen y se acabe por ese canon fijo".