Sanlúcar de Barrameda, situada a los pies del río Guadalquivir, de donde partieron los hombres que dieron la primera vuelta al mundo hace justo 500 años, se presenta en la Feria Internacional de Turismo con ese importantísimo bagaje histórico y convertida en embajadora de nuestro país al haber sido elegida Capital Española de la Gastronomía 2022.

Situada al noroeste de la provincia de Cádiz, con Doñana como testigo, deleita paladares y sacia el apetito, al mismo tiempo que calma la sed y proporciona descanso. Fue, siglos atrás, lugar de paso de exploradores y descubridores, puerto de abastecimiento y salida de navegantes, centro del mundo moderno, y hoy, 500 años después del regreso de Juan Sebastián Elcano a Sanlúcar en 1522, se pone de nuevo a la vanguardia, en este caso con la gastronomía como protagonista.

Langostinos de Sanlúcar

Desde el punto de vista gastronómico, la ciudad cuenta con productos agrícolas y pesqueros de excelente calidad; con una amplia variedad de platos sostenida con cuatro marcas distintivas de calidad - langostino, Manzanilla, patatas y productos hortícolas, todos ellos llevan como apellido “de Sanlúcar” - y un amplio abanico de cocineros y chefs repartidos en sus más de 150 establecimientos de hostelería.

Con estos ingredientes fue fácil su elección como capital de la gastronomía -fue unánime- y la decisión fue acogida con una inusitada expectación y una estupenda alegría en gran parte del país, seguramente porque todo esto a lo que nos referimos ya es de sobra conocido. Y es que hacer un recorrido por las calles de Sanlúcar es rememorar buena parte de la historia de España. Sus edificios y plazas, sus iglesias y monumentos, dan una imagen de lo importante que fue Sanlúcar en el siglo XVI.

Si nos adentramos por sus callejuelas, como pudieron hacerlo en 1522 los navegantes de Elcano, nos encontramos con la plaza del Cabildo de Sanlúcar de Barrameda, que es conocida por reunir un nutrido grupo de bares en los que se puede disfrutar de decenas de tapas en un ambiente familiar espectacular. Probar las tortillitas de camarones o las “papas aliñás” en cualquiera de estos establecimientos, situados en lo que se ha venido en denominar la ‘Catedral de la Tapa’, son dos ejemplos de cómo los productos más sencillos pueden ser unos platos de la más alta calidad sin necesidad sofisticación.

La otra zona referente de la gastronomía está a la mismísima orilla del Guadalquivir, en Bajo de Guía, de cuya playa partió Magallanes allá por 1519. Los restaurantes ofrecen allí, además de nuestros afamados langostinos, una nueva cocina que comparte carta con los platos tradicionales marineros, reflejo por una parte de los sabrosos guisos que los pescadores comen a diario en los barcos, y por otra de la innovación culinaria que las últimas generaciones de cocineros están aportando a la gastronomía sanluqueña, aunando historia y modernidad.

Su importantísimo bagaje histórico está presente en sus calles, lugar para soñar

Y entre el Cabildo y Bajo de Guía, el Barrio Alto o Bonanza, lo importante es seguir dando esa vuelta a Sanlúcar, porque este año 2022 nuestro lema es “Sanlúcar de Barrameda. El Mundo, Vuelta y Vuelta” y porque recorrer sus calles, disfrutar de la amabilidad de sus gentes y de los bares y restaurantes que salpican todos los rincones de nuestra tierra es alcanzar la efímera felicidad, asomándose a su rica gastronomía y a su historia.