Pasarela

El año de Cayetano

  • A pesar de haber pasado cinco veces por quirófano, el hijo menor de la duquesa de Alba hace balance positivo del año que termina tras encontrar de nuevo el amor

Cayetano Martínez de Irujo.

Cayetano Martínez de Irujo.

Cayetano Martínez de Irujo es el heredero de la duquesa de Alba que mejor ha sabido mantener esa relación tan especial que tenía Cayetana con la prensa. Aunque no suele prodigarse tanto en actos públicos como antes, el hijo menor de Cayetana sigue teniendo cierta complicidad con los medios, sobre todo en un año que ha sido muy especial para él. Y no sólo porque ha sabido reponerse de sus problemas digestivos tras pasar hasta en cinco ocasiones por quirófano, sino también y sobre todo porque 2016 ha sido el año en que ha vuelto a sonreír al amor. El hijo menor de la duquesa de Alba rompió a mediados de 2015 con la nadadora Melani Costa, con la que llevaba más de dos años de relación, si bien este verano rehizo su vida junto a una joven de sólo 21 años, Bárbara Mirjam, con la que se le ha visto muy cómplice no sólo en actos públicos sino también en eventos familiares, como la boda de uno de sus sobrinos.

La especial relación que mantiene Cayetano con los medios de comunicación se ha hecho este año más presente con su colaboración en el programa de Susanna Griso, en el que lleva meses participando como tertuliano.

No obstante, no ha sido en este programa sino en la revista Vanity Fair donde ha revelado algunos de sus secretos mejor guardados. Llama la atención, sobre todo, las palabras que ha dedicado a su madre y a su hermana Eugenia, con la que deja claro que ya no existe la complicidad que tuvieron hace un tiempo. "Con Eugenia siempre intenté ser padre, hermano y amigo y lo sigo intentando. A lo mejor fallé un poco en todo.Seguro que cometí muchos errores porque algo se ha roto dentro de ella respecto a mí", dice dolido. Y añade: "Me gustaría que confiara en mí como lo hacía antes. Debería analizarlo con más profundidad y cariño con ella".

El resentimiento de Eugenia que deja entrever Cayetano, no se aprecia, no obstante, en las últimas declaraciones que ésta ha realizado sobre su hermano y sobre la relación que mantiene con Bárbara, una joven a la que la duquesa de Montoro define como una chica "estupenda y muy simpática".

En la entrevista de Vanity Fair llaman también la atención las declaraciones sobre la relación que Cayetano mantenía con su madre, en las que deja claro que no siempre fue tan cercana como en los últimos años. Dice sin rodeos que durante años le faltó el afecto de su progenitora y que esa carencia le llevó a "confundir el amor con el sexo". "Buscaba en la mujer el cariño que ella no me dio. Con 35 años se lo dije y fue un shock para ella, estuvo dos días llorando", dice a la vez que reconoce que aquella declaración fue el punto de inflexión que le llevó a reconducir la relación y la complicidad entre ambos. Tanto es así que en las últimas décadas Cayetano siempre fue el ojo derecho de la duquesa de Alba.

El duque de Arjona muestra una imagen desconocida de su progenitora. "Era tan visceral como una leona: protegía y admiraba al más fuerte e ignoraba al débil. Era generosa con la gente, pero le costaba tratar con los débiles. O valías, o al hoyo".

Otro de los asuntos que no ha pasado por alto en sus declaraciones a Vanity Fair ha sido el enfriamiento de la relación con sus hermanos. Así, por ejemplo, indica que el actual duque de Alba no le echó del Palacio de Liria "Me invitó a que me fuera. Lo entendí porque necesitaba mi zona de palacio para sus hijos", dice a la vez que recalca que lo que sí le dolió fue que lo apartase de la Fundación Casa de Alba. "Eso sí que fue difícil. Pasé seis meses desestabilizado".

Tampoco pasa por alto su lado más frívolo y su relación con las mujeres y reconoce que fue un "fiestero". Seguramente por eso, ahora no quiere hablar de su relación con Bárbara. "No voy a hablar de ella. Mi vida sentimental ha dado demasiado de sí y ahora quiero que sea sólo para mí".

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