El Auditorio Maestro Padilla acogió anoche el espectáculo musical y de humor Pagagnini, producido por Yllana y Ara Malikian. El violinista, una de las figuras más importantes del mundo ofreció momentos sublimes con su violín en este espectáculo que no deja indiferente a nadie.

Pagagnini repasó algunos momentos cumbre de la música clásica, fusionándolos con otros estilos musicales como el pop, blues, rock e incluso el flamenco, de tal manera que la compañía ofreció un recital divertido sobre música clásica y popular.

El público a la vez que escuchaba la música, parecía que estuviese disfrutando de una obra de teatro. De esta manera, se supo combinar perfectamente el humor y la música, y el resultado fue fascinante.

Pagagnini fue concebido como un espectáculo gestual y musical, sin diálogos, a lo largo del cual se fueron sucediendo composiciones de grandes genios de la talla de Mozart, Pachelbel, Chopin, Boccherini, Paganini, Falla, Sarasate, pero que también se acerca a géneros musicales más populares o actuales, convirtiendo el violín y el violoncello en otros improvisados instrumentos (guitarras, mandolinas, instrumentos de percusión).

Pero, por encima de todo, Pagagnini acerca la música clásica al gran público, despojándola de su seriedad y solemnidad habitual gracias a la comicidad y la parodia.

En este fabuloso espectáculo ofrecido anoche en el Maestro Padilla se interpretó un variado programa musical. Comenzaron con la Fantasía sobre Carmen op. 25 de Pablo Sarasate, para continuar con Danza Española del drama lírico La vida breve de Manuel de Falla.

Luego llegaría el Minueto en mi Mayor op. 13 nº5 de Luigi Boccherini, Canon en Re Mayor 1337 de Johann Pachelbel y la Rapsodia nº 3 Op. I del cuarteto Pagagnini (Música Contemporánea).

El espectáculo continuó con Yumeji's Teme de Shigeru Umebayashi y el concierto para violín nº 3 en Sol Mayor KV216 de Mozart y With or without you de U2 cuya interpretación fue apoteósica. La parte final del espectáculo fue con La Javanaise de Serge Gainsbourg, Capricho nº 24 Op. I en la menor de Nicolo Paganini y Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi.

Malikian estuvo acompañado por Eduardo Ortega y Fernando Clemente a los violines y Jorge Fournadjiev al violonchelo. El madrileño Eduardo Ortega comenzó con el violín a muy temprana edad, gracias a la influencia de su madre, violinista de la orquesta Sinfónica de Madrid. Ha sido profesor de violín en el Conservatorio de Madrid, y, aunque de formación clásica, su carrera como músico ha tomado diversos caminos. Además del violín toca otros instrumentos como la guitarra, batería, bajo, mandolina, piano, armónica y pone la voz a sus propios temas.

Fernando Clemente se formó como músico clásico en el Conservatorio de Sevilla, amplió sus conocimientos musicales de la mano de los maestros David López de Prados y Eduardo Ortega; también cuenta con estudios de interpretación dirigidos por María José Acosta y desarrollados con compañías sevillanas como La Caída del Cuerno; y es, además, titulado como técnico de imagen y sonido.

Jorge Fournadjiev nace en Sofía (Bulgaria) en el seno de una familia de músicos. En 1981 se traslada a San Sebastián donde inicia sus estudios de violonchelo. Durante su trayectoria en la carrera musical ha realizado diversos cursos internacionales de especialización del violonchelo (Cullera, San Sebastián, Santander, Burgos, etc.) en los cuales ha contado con la ayuda de distintos Maestros especialistas en violonchelo, música de cámara, pedagogía y orquesta.

Todos ellos genios de la música estuvieron anoche a las órdenes del maestro y virtuoso Ara Malikian.