La actriz catalana Ariadna Gil, cuya carrera cinematográfica ha alcanzado tres décadas, asegura que el tiempo y la perspectiva adquirida "hacen que disfrutes más de muchas cosas", a la vez que admite sentir "muy cerca" vivencias de "hace 20 años", mientras que "otras de antes de ayer las siento muy lejos".

Niega haber hecho un balance sobre su trayectoria cinematográfica, que dio comienzo en 1986 con el largometraje Lola, de Bigas Luna, ya que "el balance es el día a día", apunta.

En pleno desierto de Tabernas, donde la actriz rueda la película En zona hostil, asegura que "el tiempo uno lo vive a su manera..., y yo vivo bastante al día". Considera que el paso de los años "hace que disfrutes más de muchas cosas", y a su vez posibilita que "los valores cambien bastante, o las necesidades, las ambiciones..., con lo cuál está bien".

Al preguntarle sobre las críticas de las que fueron objeto los actores Dani Rovira y Antonio Resines durante la última gala de los premios Goya, Gil responde que usa "muy poco internet y las redes sociales, así que no estoy nada al día sobre lo que opina la gente".

"No tengo Twitter ni Facebook y tampoco me meto, porque es un mundo donde puedes encontrar de todo", insiste la intérprete, que prefiere "leer a gente que sé quiénes son y que tienen nombre". "La cosa ésta del anonimato, de no poder hablar con nadie..., vamos, no lo practico y no tengo ni idea de lo que dice la gente. Además, cada uno dirá cosas distintas, me imagino", asegura.

Ariadna Gil trabaja en Almería en el rodaje de la película En zona hostil, dirigida por Adolfo Martínez, que narra un hecho real ocurrido en Afganistán en agosto del 2012, cuando dos miembros de un equipo antiminas estadounidense, que a su vez era escoltado por un convoy de la Legión, resultaron heridos de gravedad.

Al rescate acudió un helicóptero medicalizado del Ejército español, que volcó al tomar tierra. El filme, con un "argumento trepidante y de acción", según Gil, relata lo ocurrido desde que se produjo la explosión en el vehículo norteamericano hasta que al amanecer siguiente se efectuaron los rescates.

"Es un guión muy clásico en ese aspecto, muy de género, muy bien contado, que a mí me tuvo en vilo hasta el final", relata la actriz, que interpreta a la capitana Varela, oficial médico del helicóptero que acudió al rescate.

Gil, que asume por primera vez el rol de un militar, rememora cómo en 1996 trabajó en la película Libertarias, de Vicente Aranda, si bien en aquella ocasión encarnó a una monja que, "aunque estaba en el frente, intentaba combatir con otras armas".

Sobre este nuevo trabajo, dice la actriz Ariadna Gil que sintió mucho interés "por todo ese rescate, cómo iban entrando los diferentes personajes que tenían que decidir qué hacer en cada momento".