EL reportaje

Dos académicos de Bellas Artes para dos monumentos señeros de Fondón

  • Del Barroco al Neoclásico. La transición la encontramos de forma muy significativa en las obras de Diego Sánchez Sarabia y Francisco Antonio Quintillán y Lois

LA pintura mural de la cúpula del Camarín del Cristo de la Luz es de dibujo ajustado y concreto, presentando unas figuras de excelente modelado, volumen y cuidada corrección, alguna de ellas suave pero significativamente escorzada.

La decoración del citado espacio muestra gran riqueza de color: rojo, blanco (en ocasiones matizado mediante gama de azules y grises más o menos azulados), azul, azul apagado y con matiz verdoso, amplia gama de tierras y rojos apastelados, terroso con tendencia a siena, ocres, extensa graduación de azules mediante colores terrosos y ocres. Esta riqueza cromática, la acertada composición, y la técnica suelta e impecable imprimen tanto movimiento, como serenidad al conjunto pictórico, focalizado en la Santísima Trinidad y la Virgen María, mientras que numerosos ángeles completan plásticamente la escena.

El Camarín del Cristo de la Luz de Fondón presenta una composición dinámica sobre fondo de nubes, de variada gradación de colores azules matizados con terrosos y ocres que le dan fuerza e intensidad, cuyos claros destacan a la Santísima Trinidad y a María como figuras principales, aunque no centrales del conjunto. La estructura en doble diagonal concentra la atención en las figuras de Cristo y de la Virgen. Las direcciones oblicuas de la acción sugieren la amplitud espacial y la dispersión de luces vaporizan la atmósfera, adentrando así la escenografía del conjunto pictórico, cuyo contenido alegórico se explica por la propia obra.

En la segunda mitad del siglo XVIII, se animó la monotonía de los desnudos paramentos y cúpula del Camarín de la Virgen de la Piedad, en la iglesia de San Juan Bautista de Benecid, con elegante, atractiva y delicada ornamentación rococó, sin embargo, en Fondón, a lo largo de este tiempo, se detectan las últimas pervivencias del barroco en la decoración de la cúpula del Camarín del Cristo de la Luz.

En Fondón, durante los dos últimos decenios del siglo XVIII ya superadas las formas tradicionales del barroco, se advierten los efluvios procedentes del estilo neoclásico de la mano de dos arquitectos Juan de Mata Velasco, que proyectó el Pósito, y, sobre todo, Francisco Antonio Quintillán y Lois, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el cual trazó en 1790 la monumental Fuente de Carlos IV en la Plaza Mayor.

La trayectoria del Barroco al Neoclásico, a veces con formas ambiguas, la encontramos, de manera muy significativa en Fondón, en las obras de dos académicos: Diego Sánchez Sarabia autor de la decoración de la cúpula del Camarín del Santo Cristo de la Luz y el citado Quintillán y Lois que lo es de la Fuente de Carlos IV. Dos académicos para dos monumentos señeros del Fondón del último cuarto del siglo XVIII.

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