El Área de Juventud del Ayuntamiento de Adra ya tiene abierto el plazo de inscripción para una nueva ruta de senderismo y actividades en la naturaleza incluida en el programa 'Adra en la Senda', con una ruta senderista circular en la Sierra del Manar. Se trata de la ruta de la Atalaya.

Esta es la novena propuesta del programa destinado a las personas amantes de la naturaleza y el senderismo. Tendrá lugar el próximo 12 de marzo y recorrerá Padul-Cruz de la Atalaya- Verea de los Gudaris y la Senda del Mamut. Un recorrido total de 12, 5 kilómetros y dificultad media.

Los participantes pueden disfrutar de vistas a los picos de más de 3.000 metros de Sierra Nevada

Las inscripciones pueden realizarse ya en la Oficina de Juventud, situada en el Edificio Plaza por un precio de 12 euros que incluye transporte, monitores y seguro. Las plazas están limitadas a un máximo de 50 participantes.

Para mayor información, se puede enviar un e-mail a juventud@adra.es o a través del teléfono del Área de Juventud 677 942 005.

Uno de los grandes atractivos de esta ruta es que ofrece a los participantes unas vistas espectaculares pues se pueden divisar los picos de más de 3.000 metros de Sierra Nevada, las sierras de las Albuñuelas, Tejeda y Almijara; el valle de Lecrín y el humedal de la Laguna de Padul, la comarca del Temple e incluso Granada con el Albaicín y la Alhambra. El topónimo "Manar" significa en árabe "faro" y se ha constatado arqueológicamente la ubicación de una atalaya justo en el lugar que ocupa la cruz contemporánea en la cumbre del monte homónimo. Las funciones de esta primigenia estructura defensiva musulmana se ceñían al control de las importantes vías de comunicación extendidas entre Granada y la Costa Tropical.

La ruta recorre el sendero PR-A-376 y lleva el nombre del padre Manuel Ferrer Muñoz, nacido en Padul, un sacerdote jesuita, montañero y naturalista.

El Sendero Padre Ferrer, Circular de la Atalaya de Padul - PR-A 376 tiene su inicio en el Parque de la Estación de Padul.

El sendero discurre mayormente por suelo arenoso a base de mármoles dolomíticos fragmentados muy parecidos a los que nos encontramos en El Trevenque o Los Alayos de Dílar, convirtiéndose en ramblas arenosas en días de tormenta.

El origen del nombre El Padul se remonta a la época roman, derivándose de la palabra latina palus-paludis que significa pantano o laguna en clara referencia a la laguna de Padul.