El municipio de Abla ha celebrado este sábado la V Fiesta de la Trilla ante la presencia de varios centenares de vecinos y visitantes, que han tenido el privilegio de conocer uno de los oficios agrícolas de mayor tradición en la zona. Muchos mayores lo recordaban con nostalgia, y otros asistentes, entre ellos un grupo de turistas norteamericanos, con gran admiración por ver en vivo una recreación agrícola que ya forma parte de nuestro patrimonio etnográfico.

Las Eras Postreras fueron escenario desde primera hora de la mañana de los preparativos para la trilla, en una jornada muy calurosa mitigada por el viento y por los toldos con aspersores instalados por el Ayuntamiento. Las exhibiciones, coordinadas por el Centro Ecuestre El Serbal, se fueron sucediendo a través del acarreo de haces con mulos, formación de la parva, trilla con la collera de mulos, volteo y amontonado de la parva. La cebada de la variedad caballar o del país fue este año el cereal trillado por ser más resistente en tiempos de sequía, según comenta José Antonio Martín, gerente de un centro ecuestre que colabora activamente con el consistorio para la puesta en escena del oficio de la trilla.

Posteriormente se desarrolló el campeonato de trilla, conocido popularmente como surf-rural, que registró la participación de 26 personas: 10 menores, 6 mujeres y 10 hombres. El jurado creado para el divertido concurso procedió a la elección de los ganadores de cada categoría: Alina Rodríguez (infantil), Mª Carmen Valverde (femenina) y José Antonio Jiménez (masculina), vecino este último de Cádiar de más de 70 años, que acude sin falta a cada edición.

El alcalde de Abla, Antonio Oliva, presidió la entrega de trofeos, e incidió en la necesidad de continuar celebrando este tipo de actividades para que no se pierdan las raíces del medio rural. "En muchos pueblos se conservan las eras, pero Abla es de los pocos municipios de la provincia que realiza este tipo de recreaciones agrícolas con objeto de poner en valor un oficio que hace ya unas cuantas décadas era una imagen habitual y un modo de vida".

La gastronomía estuvo muy presente en la V Fiesta de la Trilla. Hubo degustaciones de tomate ecológico y gazpacho, cuyo concurso fue ganado por Juan José Collado, recibiendo un jamón de obsequio. Asimismo se instaló una barra organizada por la Asociación Gastronómica y Viajera Abulense en la que se podían degustar bebidas, tapas de plancha y paella. También se habilitaron otros puestos dedicados a la artesanía y a la venta de semillas ecológicas.

Como actividad complementaria se desarrolla durante el fin de semana el IV Festival Folk en la Avenida Santos Mártires, con las actuaciones de Anabel Veloso y su espectáculo El flamenco y la generación del 27, y el grupo de música andina Maguey.

Tras el buen sabor de boca que ha dejado un año más esta nueva edición, sólo queda esperar otros 365 días para regresar al pasado con esta actividad única.