Imagen

El 'revival' en el arte del vestir: Montserrat como hace un siglo

Comparativa temporal entre una imagen y otra

Comparativa temporal entre una imagen y otra / Manuel Fdez. Rando

Hay de todo, como en botica. Pero no erramos en el planteamiento cuando afirmamos que, en nuestros días, el arte del vestir atraviesa una época absolutamente dorada, en sus formas y en sus fondos. Se ha reunido una pléyade de artistas (y generaciones futuras que apuntan maneras) cuyo trabajo, más lentamente de lo que deseáramos, se abre paso por entre las cofradías, ofreciéndonos instantáneas rotundas. Porque el conocimiento y la técnica asociados al talento y al ingenio completan el mensaje iconográfico y teológico de una imagen, recordemos, de vestir. 

Comparativa del atavío Comparativa del atavío

Comparativa del atavío / Manuel Fdez. Rando

Y esta concienciación acerca de la excelencia -a todos los niveles- debe partir, necesariamente, de las juntas de gobierno, en ocasiones integradas por cofrades sensibles, formados, exigentes y autocríticos. En estas últimas horas hemos conocido una estampa demoledora por su belleza y su mensaje. Antonio Bejarano ha vestido a la Virgen de Montserrat como la conocieron sus hermanos y los sevillanos hace casi un siglo. El motivo no es otro que la celebración del triduo en honor a la dolorosa, cuya festividad se consagra cada 27 de abril. La imagen viste un amplio tocado de encaje que le cubre el rostro y buena parte de la frente, al igual que en la primitiva instantánea. Ramilletes de florecillas rosas se distribuyen asimétricamente por la prenda, bajo cuya tela cae un manto grana bordado. Remata la escena una saya blanca y una extraordinaria corona de plata. 

La Virgen de Montserrat para su triduo de 2024 La Virgen de Montserrat para su triduo de 2024

La Virgen de Montserrat para su triduo de 2024 / Manuel Fdez. Rando

Pero la clave en sí no reside en emular una vestimenta de hace más de cien años, sino en la reinterpretación de la misma al gusto del vestidor y al gusto de nuestro tiempo, con diferentes disposiciones visuales y variadas formas. El arte efímero que se recupera para cumplir su misión: reflejar puntualmente un contexto, una circunstancia histórica que se rememorará en un futuro. Lo que jamás se diluye es esa belleza enigmática y regia de la dolorosa de Montserrat, que alcanza la sublimación de su impronta decimonónica incardinada en el espíritu barroco de la ciudad. Vayan a verla. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios