Lo predijeron los hombres y mujeres del tiempo y acertaron: la lluvia rajó el día de ayer en el Levante almeriense desde primeras horas de la mañana, una menos debido al cambio horario. Por segundo año consecutivo, el anfiteatro del Castillo del Marqués de Los Vélez, vacío y brillante de aguacero, fue reemplazado ayer domingo por la Nave Polivalente de Cuevas del Almanzora para la celebración del IX Encuentro de Bandas de Cornetas y Tambores y Agrupaciones Musicales, organizado por el Ayuntamiento cuevano.

La Nave Polivalente presentaba aspecto de fiesta con el aforo completo. Centenares de cuevanos y visitantes llegados de otros municipios cercanos siguieron atentamente las interpretaciones de las Agrupaciones y Bandas Musicales participantes en el encuentro.

Para Jesús Caicedo, alcalde de Cuevas del Almanzora, "este encuentro de Bandas de Cornetas y Tambores y Agrupaciones Musicales nos trae el olor a Semana Santa, pero los actos culturales son una constante en nuestro municipio. Sin ir más lejos, el pasado sábado tuvimos dos actos: la actuación del Orfeón Tomás Luís de Victoria, y la presentación de la restauración del Cristo del Amarrao, de la Hermandad de Jesús, llevada a cabo por nuestra vecina Maria Carmen". Acto seguido, Jesús Caicedo subió al escenario para dar la bienvenida a los asistentes, así como a la Agrupaciones Musicales.

La Agrupación Musical Ntra. Sra. La Virgen de la Amargura, Paso Blanco, de Lorca, y dirigida por Francisco Javier García Zafra, acometió la interpretación de dos marchas lentas y una ordinaria: Pasión, Redención y Amargura; Costalero y A cambio de nada.

La Banda de Cornetas y Tambores Clavos de Cristo, de Berja, fue la siguiente en actuar. Es el resultado del empeño de un grupo de jóvenes que en 1999 decidieron crear una banda de cornetas y Tambores en Berja.

En último lugar, la Agrupación Musical Ntra. Sra. Del Carmen, de Cuevas del Almanzora, dirigida por Antonio Díaz Vico y Pedro Antonio Martínez García, interpretó algunas canciones como Lágrimas de Pasión; Gitano de Sevilla, y Piratas del Caribe.

Afuera, en el parque Luís Siret, la tierra y las plantas olían a domingo pasado por agua.