Bajo Palio

El centro se llena de Angustias

Ayer fue uno de esos días que gusta ver hermandades. Un total de nueve pasos e imágenes discurrieron por las principales calles de Almería. Ciudad Jardín, Alfareros, Patrona y también Compañía de María fueron las zonas de afluencia de las cuatro cofradías que ayer hicieron sus salidas. Esta última, la de las Angustias, se puso en la calle como un reloj a las 19:00 horas. En ese momento eran cientos los fieles y devotos que aguardaban ante la puerta de la capilla del colegio aprovechando la jornada festiva de ayer. La Cruz de Guía de la hermandad precedió al numerosísimo cortejo de nazareno que superó los 300 integrantes. Estos, revestidos con túnica morada de cola y cinturón de esparto comenzaron a salir desde el colegio con los cirios de color tiniebla en alto y apoyados sobre su cinturón para esperar a la imagen de la Buena Muerte.

El primer paso salió a la calle a las siete y cuarto de la tarde a las órdenes del capataz general Antonio Andrés Díaz Cantón, que se estrenó en este cargo. Junto a Jorge Natal y José Francisco Martínez y a los sones de la Marcha Real, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen, se puso el portentoso crucificado de José María Hervás Benet en la calle. El imponente paso estrenó ayer la finalización de la talla de su canasto, uno de los estrenos de la corporación para este año. El Cristo de la Buena Muerte se dirigió hacia la calle Navarro Rodrigo a los sones de La Cruz de Dios, marcha propia dedicada a este crucificado, y Stabat Mater para cruzar el Paseo de Almería y continuar por Ricardos hasta la Plaza de San Pedro, que la abarrotaban multitud de almerienses y también muchos turistas que se dieron cita durante la jornada de ayer en la ciudad.

Desde el interior del patio de la Iglesia de la Compañía de María siguieron saliendo multitud de nazarenos portando en este caso cirios de color blancos y el resto de insignias de la Cofradía de Angustias. Dentro sonó el llamador por segunda vez. En este caso para levantar el paso de Nuestra Señora de las Angustias que, un año más, lució bajo una capa de anthurium y staris blancos con rosas de color marfil. El bello paso de estilo gótico, que está llamado a ser uno de los grandes de Almería cuando esté finalizado, se puso en la calle a los sones del Himno, interpretado por primera vez tras la imagen mariana tallada por José Navas Parejo por la Banda Municipal de Música de Berja.

La formación virgitana que cada Domingo de Ramos acompaña al palio de Fe y Caridad se estrenó tras el paso de las Angustias, dirigido por Antonio Andrés Díaz Cantón y por Rodrigo. El mismo, al igual que el paso de Cristo, enfiló la calle Navarro Rodrigo y cruzó el Paseo de Almería para adentrarse en el Casco Histórico almeriense en busca de su sede canónica, la Iglesia de San Juan. La corporación se plantó en la Plaza de la Catedral pasados unos minutos de las ocho y media de la tarde, siendo la primera en discurrir por el punto neurálgico de la Diócesis de Almería durante la tardenoche de ayer, Jueves Santo. Tras abandonar esta plaza el numeroso cortejo procesional, la corporación pasó por la calle José Ángel Valente para visitar a Las Puras. Allí la Peña El Morato interpretó sendas saetas a las dos imágenes titulares de la hermandad.

La cofradía siguió con su elegancia y su buen caminar por las calles más antiguas del centro de la ciudad. Se adentró en la Almedina, un paso siempre especial el de esta hermandad por esta vía, para desembocar en la Plaza Cristo de la Buena Muerte y hacer Estación de Penitencia en su sede canónica de San Juan, esa que aguarda a sus titulares durante todo el año a excepción de esta semana. La cofradía volvió por Pedro Jover, Hospital y Duendes. Desde allí tomó la Ronda del Beato Diego Ventaja para visitar un año más a la Hermandad del Prendimiento en señal de agradecimiento por ser su Casa de Hermandad refugio de la corporación en el año 2012 a causa de la lluvia. El Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Angustias siguieron por Plaza Masnou hasta la calle Real y Gravina para visitar en esta ocasión a la Virgen del Mar Coronada, Patrona de todos los almerienses.

A las once de la noche la cofradía pidió la venia para pasar por Carrera Oficial, siendo la penúltima en hacerlo durante la jornada de ayer. Con un discurrir pausado, la corporación subió por el Paseo de Almería hasta la calle Navarro Rodrigo. El Cristo de la Buena Muerte lo hizo a los sones de Soledad de San Pablo, En tu Buena Muerte, La Cruz de Dios y Silencio Blanco. Desde allí la cofradía se adentró nuevamente en la Rambla Obispo Orberá hasta hacer su entrada en la Capilla de la Compañía de María pasados unos minutos de las doce de la noche.

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