El sector del vino, ya preocupado por el continuado descenso del consumo en España, vive otro episodio de tensión ante la futura ley que está preparando el Ministerio de Sanidad.

Y todo ello pese a que la ministra Ana Mato ha afirmado que la proyectada ley del alcohol en ningún caso perjudicará las expectativas de negocio del sector del vino. "El sector del vino representa riqueza en toda España y esto no es incompatible con la prioridad de las prioridades, que es la salud de las personas y, en este caso, la de los menores", explicó en el Senado.

El borrador del anteproyecto de ley para prevenir el consumo de alcohol por menores ha generado un rotundo rechazo entre productores y bodegueros, reacios a que se equipare el tratamiento del vino al de las bebidas de alta graduación, o a que se prohiba publicitarlo fuera del horario nocturno.

Hace siete años, con el PP y el propio Mariano Rajoy a la cabeza, ya se generó un movimiento en defensa de la consideración del vino como un alimento, lo que consiguió frenar la norma que impulsó la entonces responsable de Sanidad, Elena Salgado.

Las críticas al borrador ya han llegado de las organizaciones profesionales agrarias, de las cooperativas, de los consejos reguladores, de la Federación Española del Vino y del PSOE. Incluso Asaja de Castilla-La Mancha ha pedido el cese de la ministra Ana Mato. También se han puesto en alerta algunas de las principales comunidades productoras de vino, como La Rioja.

Fuentes del Ministerio de Sanidad explicaron a Efe que el Gobierno tan sólo ha presentado un borrador para abrir un proceso de negociación con los sectores afectados, en el que "nada está cerrado", y que tiene como única premisa la prevención del consumo de alcohol por los menores ante la evidencia de que existe un problema al respecto.

Pero el pulso con el Ministerio llega más allá, incluso en comunidades gobernadas por el PP. En plena polémica por la futura ley, la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, ha pedido un esfuerzo para acercar el mundo del vino a los jóvenes y explicarles que es "bueno" su consumo responsable durante la inauguración de un curso verano en la Universidad Europea Miguel de Cervantes, de Valladolid.

Clemente hizo unas declaraciones, además , en las que indicaba que una de las "debilidades" del mercado vino es cómo llegar a los jóvenes que "ven el vino como un sector lejano".

También se afirma desde el sector vitivinícola que el problema del alcohol es de comportamiento y de conductas , "lo que requiere unos planteamientos educativos que, con los contenidos del actual borrador, no se pueden poner en práctica", critica Pau Roca, secretario de la Federación Española del Vino.

Un aspecto que preocupa especialmente al mundo del vino es que la nueva ley prevé eliminar la publicidad de bebidas alcohólicas -incluido el vino- en la franja horaria en la que un niño puede estar viendo la tele (entre las seis de la mañana y las diez de la noche) así como la eliminación de vallas publicitarias en parques o piscinas con anuncios sobre bebidas alcohólicas. "En los borradores de la nueva ley que hemos manejado se busca ocultar los beneficios del vino", añade Roca.

En Andalucía apenas ha habido reacción al proyecto de Ley y eso que en Jerez se celebra la capitalidad europea del vino durante este año. Asaja Córdoba ha emitido un comunicado en el que considera que las medidas que se proponen en el anteproyecto "son absolutamente desproporcionadas e ineficaces".

La prohibición de consumir alcohol por parte de los menores "ya está recogida en nuestra legislación y si esa prohibición no se está cumpliendo no parece que criminalizar el consumo de un producto como el vino vaya a solucionar el problema", señalan.

Esta organización agraria indica que "el aumento del consumo de alcohol entre nuestros jóvenes no guarda ningún tipo de relación con el dramático descenso que se ha producido en el consumo del vino en España durante los últimos 30 años". Esto demuestra que "el vino no es el problema y que una ley como la que se prepara solo contribuirá a fomentar un mayor descenso del consumo de vino entre la población adulta que, en el caso del sector vitivinícola, pondría en riesgo la supervivencia del sector", concluye el comunicado

En algunos estudios realizados se ha llegado a la conclusión de que sólo un 8% de jóvenes españoles (incluyendo una edad entre los 18 y los 35 años) consume vino con asiduidad, un porcentaje que en estos momentos puede resultar incluso más bajo.

Según los datos recabados, bajan también los que consumen vino de manera ocasional, entre dos y cuatro veces al mes, del 35 al 32%, frente a un 28%, que dice beberlo entre una vez al mes y una vez cada seis meses, y un 34% que asegura que no lo consume nunca o casi nunca.