Una jueza de Almería ha impuesto tres años y medio de prisión a un hombre que se hizo pasar por policía secreta para robar un móvil y que fue identificado gracias al ADN que se encontró en un casco de motorista que perdió tras colisionar con un turismo al ser perseguido por la pareja a la que había asaltado.

La sentencia, consultada por EFE, declara probado que el acusado D.D.A. se encontraba sobre las 2:30 horas del 4 de noviembre de 2019 en las inmediaciones de la desaladora de Almería, junto al río Andarax, y se acercó a un vehículo estacionado en el que se encontraba una pareja, con un "casco integral" para "no ser identificado".

Una vez junto al coche, intentó abrir las puertas y manifestó a sus ocupantes que era un "policía secreta", tras lo que les solicitó su documentación.

La pareja se negó, por lo que para infundirles "temor" se llevó la mano al pecho e hizo el gesto de sacar un objeto, a la vez que les reclamaba que se bajasen del automóvil.

Las víctimas se negaron a esto último pero la mujer entregó al acusado su DNI, momento en el que éste aprovechó para arrebatarle el móvil que tenía sobre las piernas en un descuido, y se marchó del lugar tras tirar el documento dentro del coche.

Durante la vista oral, la mujer explicó cómo tras ello puso en marcha el automóvil y se fue de allí en dirección de la barriada de Costacabana y que por el retrovisor podía ver que el autor del robo los seguía con la moto.

Añadió que una vez llegaron a la altura de Costacabana dejó de seguirlos y se dirigió hacia el barrio de La Cañada de San Urbano, por lo que fue entonces cuando la pareja decidió ir tras él.

La persecución los llevó a pasar por el barrio de El Puche y hasta el de El Tagarete, en el que lo perdieron de vista, si bien al poco vieron en una calle un coche accidentado cuyo conductor les indicó que había colisionado con una moto y que el hombre que iba en ésta había perdido el casco, en el cual fue localizado posteriormente el ADN de D.D.A.

Por estos hechos, el acusado ha sido condenado a tres años, seis meses y un día de prisión por un delito de robo con intimidación en el que concurre la agravante de reincidencia, ya que en marzo de 2014 ya había sido condenado por otro robo con violencia a dos años de cárcel.

Asimismo, se le impone el pago de una indemnización de 189,50 euros, equivalente al valor del móvil que sustrajo a la víctima.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Almería.