El acuerdo que suscribió el alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez, y el delegado de Educación, Francisco Maldonado, el pasado mes de febrero está dando sus frutos. Y es que, las obras de mejora de accesibilidad y de aislamiento térmico acústico en el CEIP Soledad Alonso de Drysdale continúan a buen ritmo y estarán terminadas para el inicio del curso escolar. Tras varios meses de insistencia y tras acudir al Defensor del Pueblo Andaluz, la Consejería y la Delegación, Gonzálvez logró el pasado 12 de febrero el compromiso por parte del delegado de Educación, Francisco Maldonado, para que estas obras tan necesarias para el centro educativo de Gádor fueran sufragadas a partes iguales por el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz. Si bien estos trabajos comenzaron con la instalación de un ascensor que está a punto de concluirse y que permitirá dotar al colegio con un sistema que acabe con cualquier barrera arquitectónica para los alumnos con discapacidad o movilidad reducida, ahora están prosiguiendo con la sustitución de los ventanales. Lógico, puesto que la mayoría de ellas habían perdido su capacidad de aislamiento térmico y acústico debido al paso del tiempo. En total, serán cerca de sesenta ventanas, de las que, las de la planta de abajo, llevarán incorporadas persianas que no sólo servirán para mejorar la seguridad, sino también para proteger del sol y que los niños pasen ningún peligro. Diez clases y dos pasillos verán mejoradas sus ventanas.

En concreto, ambas instituciones reunirán 99.000 euros para unas obras que se hacían totalmente necesarias en un colegio que cuenta con una edad de 55 años. Precisamente el alcalde, Eugenio Gonzálvez, y la teniente de alcalde, Lourdes Ramos, han visitado esta semana el centro educativo para conocer de primera mano el estado de estos importantes trabajos. "Nos hubiera gustado llegar a un acuerdo más fructífero, pero al no ser posible entendimos que lo principal era el bienestar de los niños y por eso creimos que el Ayuntamiento tenía que financiar parte de estas obras.