Un largo expediente judicial

El oscuro currículo de Kiko El Cabra, el piloto de la narcolancha acusado de los asesinatos de dos guardias civiles en Barbate

Kiko El Cabra, a su llegada este lunes al Juzgado mixto número 1 de Barbate, que instruye la causa.

Kiko El Cabra, a su llegada este lunes al Juzgado mixto número 1 de Barbate, que instruye la causa. / EFE

Las investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que Kiko El Cabra era el piloto de la narcolancha que el pasado viernes mató a dos agentes en Barbate. Lo hizo diez días después de que uno de sus mejores amigos, Marco, vecino como él de La Línea de La Concepción y relacionado con las redes de tráfico de hachís, muriera en otra goma tras embestir a la Benemérita en Sanlúcar de Barrameda.

El nombre de este individuo que acaba de ser enviado por una juez a prisión provisional, comunicada y sin fianza por dos delitos de asesinato es Francisco Javier M.P., de 46 años, un año menor que su compañero y socio Marco. Hasta su última detención, el pasado día 10, llevaba al menos quince pilotando narcolanchas y se había ganado el apodo de El Cabra por su forma temeraria de conducirlas.

Este veterano traficante, uno de los amos del Estrecho, es un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que operan en el Campo de Gibraltar, con antecedentes por resistencia, desobediencia y blanqueo de capitales. Su anterior arresto tuvo lugar en febrero de 2023, cuando lo pillaron con 40 kilos de hachís. Un año después, estaba libre.

Francisco Javier M.P., de 46 años. Francisco Javier M.P., de 46 años.

Francisco Javier M.P., de 46 años.

Detenido en 2023 y 2020

En aquella ocasión, como publicó Europa Sur, un agente de la Policía Nacional que estaba fuera de servicio dio el aviso de un vehículo que circulaba a gran velocidad en la playa de Levante, en La Línea. Las patrullas policiales en servicio iniciaron una persecución después de que el conductor hiciera caso omiso a las señales para que se detuviera. En un momento de la huida, el perseguido trató de echar de la vía a uno de los coches policiales, que sufrió un accidente, si bien sólo ocasionó daños materiales.

El vehículo fugado intentó escabullirse entre los callejones de El Zabal -donde El Cabra tiene una casa-, pero fue interceptado a tiempo cuando accedía a una de las viviendas de la barriada, momento en el que fue detenido. Según informaron entonces fuentes policiales, Francisco Javier M.P. ingresó en prisión preventiva tras ser puesto a disposición judicial. 

No era su primera visita a la cárcel. El Cabra también había sido detenido en marzo 2020 por participar en unos disturbios durante los que un grupo de desalmados trataron de impedir la llegada a La Línea de un autobús con 28 ancianos rumbo a la Residencia de Tiempo Libre para evitar los contagios de un brote de coronavirus en su residencia en Alcalá del Valle. El grupo liderado por El Cabra recibió a aquel autocar quemando contenedores y lanzando piedras y artefactos incendiarios.

Vecino de villa narco

Según la agencia Efe, Francisco Javier M.P. empezó desde muy joven en las mafias del tráfico de droga. Comenzó en las playas de La Línea, ayudando a desembarcar fardos que llegaban con tabaco de contrabando desde Gibraltar, hasta que subió en el escalafón, como copiloto y después piloto de gomas, uno de los trabajos mejor remunerados ya que pueden llegar a cobrar unos 15.000 euros por viaje.

Con el dinero ganado compró dos casas en La Línea. Una de ellas está en El Zabal, una barriada de chalets, muchos ilegales, donde en una parcela no urbanizable y de especial protección agrícola se ubica la llamada villa narco. El alcalde del municipio, Juan Franco, lo llama "el salvaje Oeste". La mayoría de las viviendas tienen acceso directo a la playa de La Atunara, donde se desembarcan los alijos. 

Francisco Javier M.P. también posee un coche todoterreno 4x4 con el que le gustaba correr el rally Paris-Dakar.

Una imagen aérea de varias parcelas en El Zabal tomada con un dron. Una imagen aérea de varias parcelas en El Zabal  tomada con un dron.

Una imagen aérea de varias parcelas en El Zabal tomada con un dron. / E.S.

Capturado en la sierra de Carboneras

La investigación que le ha llevado ahora a la cárcel Puerto 2 indica que, después de arrollar y matar a los guardias civiles Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo, en una presunta venganza por su compañero y amigo Marco, El Cabra escapó con la narcolancha desde Barbate hasta algún punto de La Línea, donde desembarcó y emprendió una huida a pie, a la desesperada. Un dispositivo por tierra y aire le acorraló hasta su detención sobre las 14:00 del sábado en la sierra de Carboneras, escondido entre la maleza.

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