Entrando en meta, en la octava posición, se quitó la gorra y de rodillas hizo un gesto para disculparse. Jairo Ruiz López no tuvo su día. El paratriatleta almeriense se va de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 con un Diploma Olímpico en PTS5, ya que problemas en el agua y un imprevisto con las gomas en la transición antes de subirse en la bicicleta le alejaron de un podio que sí alcanzó en Río 2016, donde logró un histórico bronce. Los tres escalones de la cita nipona los ocuparon el alemán Martin Schulz (58:10), el británico George Peasgood (58:55) y el canadiense Stefan Daniel (59:22). 

Con un tiempo de 1:02:48, Ruiz finalizó una carrera a la que llegaba como uno de los favoritos para colgarse una presea. Ese era su objetivo, mejorar el bronce logrado cinco años antes en Brasil y para ello se estuvo preparando a conciencia desde que pasó a la historia del triatlón en su primera cita paralímpica. Su rostro en la madrugada española del sábado al domingo mientras llegaba a meta lo decía todo. La considerable pérdida de segundos que tuvo en la primera transición, fue un lastre para el deportista de Almería que, pese a todos los inconvenientes que le surgieron, trató de acabar en el mejor puesto posible. 

“Sin excusas. Ha sido un mal día y pido perdón a mi gente”, dijo el almeriense abatido tras pasar la línea de meta en octava posición. No pudo haber pleno almeriense. Pese a que se esperaba ver a Jairo subido en el podio de tierras niponas, solamente una medalla viaja hasta Almería, la que logró de bronce un día antes Pablo Jaramillo en la prueba de velocidad de ciclismo en pista por equipos. Al igual que Jairo Ruiz en 2016, logró la presea en su primera participación en unos Juegos Paralímpicos. La mente ya está puesta en recuperar fuerzas y empezar a prepararse para París 2024.