Que el coche autónomo será el protagonista de las dos próximas décadas es algo de lo que nadie duda. Entre otras cosas porque, a día de hoy, ya existen fabricantes -como Audi con su nuevo A8- que ha presentado un vehículo autónomo de nivel tres, cuando el máximo es cinco.

Sin duda que el argumento de que los coches autónomos evitarán muertes en carretera es una razón más que suficiente para que todas las compañías quieran formar parte de esta tecnología y ofrecer a sus clientes este tipo de vehículos.

Otra posible ventaja de la llegada del coche autónomo será la posibilidad de aprovechar más el tiempo. Entre otras cosas, porque durante los desplazamientos que realizaremos dentro del vehículo, al no requerir actuación por parte del conductor, se podrán realizar otras acciones: desde descansar hasta incluso trabajar.

Continuando sobre cómo nos cambiará la vida con este tipo de vehículos, llegamos al transporte de mercancías, los servicios de mensajería y reparto a domicilio. Y en este sentido hace unas horas hemos conocido que dos gigantes como Ford y Domino's Pizza han alcanzado un acuerdo para realizar estudios con clientes sobre la posibilidad de que los vehículos autónomos intervengan en el reparto de pizza a domicilio.

Es sólo un estudio pero la intención es conocer el grado de satisfacción de los clientes.

En concreto lo que pretenden es analizar las reacciones de los usuarios a la interacción con este tipo de vehículos y comprobar si la experiencia de reparto mejora o no. De esta manera, si el resultado es positivo, es más que probable que el coche autónomo sea protagonista no sólo en la entrega de pizzas a domicilio sino también en la entrega de cualquier envío.

Además, este experimento está a la vuelta de la esquina… En concreto hablamos de un período de tiempo de sólo algunos años, puesto que Ford tiene previsto empezar a fabricar coches de conducción autónoma en 2021.

¿Para cuándo?

Respecto a los plazos para la llegada de los coches autónomos, hay que reconocer que todavía es pronto y quedan algunos años para ello. Y ya no tanto por la tecnología que avanza a ritmo muy rápido. Es también por cuestiones legales, puesto que las administraciones de los diferentes países tienen que modificar y aprobar continuamente leyes para permitir que el coche autónomo pueda funcionar en cada uno de los países.

En este sentido, por ejemplo, tenemos varias caras de una misma moneda. Hay fabricantes que se aventuran a señalar que el coche autónomo está a la vuelta de la esquina y consultas que señalan que esto será una realidad a partir de 2030.

Entre los fabricantes, Volvo ya ha señalado que para 2021 –es decir dentro de sólo cuatro años- presentará su primer coche completamente autónomo. Según su presidente  y consejero delegado de la corporación, Hakan Samuelsson, "la tecnología debería mejorar la experiencia del cliente haciendo la movilidad más segura, más sostenible y más práctica”.

Otro fabricante que también ha puesto fecha es Honda. Sin embargo, desde Honda son más cautelosos. Entre otras cosas porque señala que será en 2025 cuando introduzcan un coche autónomo de nivel 4. Es decir que todavía no funcionará completamente solo.

Ford, por su parte, también confirma que la evolución no es tan rápida puesto que ha señalado en que para 2030 el 20% de los coches serán autónomos, según Raúl Chávez, gerente de Desarrollo de Producto de Ford México.

Y respecto a las consultoras, por ejemplo, MSI aventura que el 99% de las ventas de coche en 2035 será de coches completamente autónomos.

Desde el luego el debate está servido. Y lo que sí podemos asegurar es que la mayoría de los fabricantes, sobre todo aquellos que tienen más poder en I+D, ya están pensando hoy cómo serán los coches del mañana.