Doble filo

Pese al abrumador resultado del Barómetro Andaluz para el PP, es a Juanma Moreno a quien más debe preocuparle

Juanma Moreno Bonilla, en la última junta directiva del PP de Andalucía.

Juanma Moreno Bonilla, en la última junta directiva del PP de Andalucía. / Julián Pérez · Efe

LOS resultados del barómetro que elabora el Centro de Estudios Andaluces, en su edición de diciembre de 2023, arrojaron el pasado lunes una estimación de voto que daría al actual Gobierno del PP una mayoría aún más absoluta de la que tiene en el antiguo hospital de las Cinco Llagas desde las elecciones del 19 de junio de 2022. Entre 60 y 62 escaños de un total de 109 –ahora tiene 58– pronostica el sondeo, un resultado que, de producirse, retrotrae a los mejores escrutinios que tuvo el PSOE de Manuel Chaves.

La encuesta tiene una muestra amplia, 3.600 entrevistas, y escasa cocina. Lo revela un dato abrumador: las respuestas espontáneas del sondeo, el denominado voto directo, señalan que el 43,3% respondió que votaría al PP de celebrarse elecciones al Parlamento de Andalucía, mientras que la estimación de voto que se otorga al partido en el Ejecutivo autonómico es del 46,2%. En cambio, al PSOE le votaría, según lo que respondieron de forma espontánea, el 14,4% de los encuestados, aunque el barómetro eleva casi seis puntos –el doble que al PP– la estimación para los socialistas, hasta el 21%.

Pese a ello, el líder del PSOE-A, Juan Espadas, ha desacreditado la encuesta categóricamente. No se la cree, dice, porque se elabora por un organismo que depende del Gobierno de la Junta de Andalucía. Es muy dueño de tener libertad de credo, porque no le quedaría otro remedio que dimitir si diese por buenos los números que arroja y que señalan que nunca el partido del puño y la rosa estuvo tan noqueado en la región.

Pero a quien debe preocupar de verdad el resultado es al presidente de la Junta, Juanma Moreno. El resultado, tan rotundo y positivo para él y su partido, es un arma de doble filo: hay que manejarla con prudencia y humildad. Es en un momento de respaldo social como el que vive cuando un líder debe demostrar mayor atención a la sociedad que gobierna.

El propio sondeo advierte dónde deben radicarse las preocupaciones. Para los andaluces, la sanidad es el sexto problema más importante de España (respuesta espontánea del 2,2%), mientras que la misma pregunta hecha para el ámbito autonómico sitúa la atención sanitaria en segundo lugar, sólo superado por el paro, y con una respuesta espontánea que supera el 10%.

Moreno ha admitido varias veces que es consciente de los problemas que aquejan al Servicio Andaluz de Salud, pero reconocer las carencias es un paso menor e inútil si no hay percepción de que se trabaja por solucionarlo. No es tiempo de euforia.

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