Pase en profundidad

Fran García / Deportes@elalmeria.es

De San Marcos en Castellón

El Poli tiene que intentar transformar las habas, el tocino y las rosquillas en el ansiado triunfo de fuera de casa

HOY es el día de San Marcos y este fin de semana se celebrará en su honor, entre otros sitios, en El Ejido, una de las fiestas con mayor tradición y calado en el municipio. Unas fiestas que servirán, por unas horas, para dejar a un lado las prisas, la faenas y las preocupaciones de cada uno y dejar paso a la diversión y el colorido de las carrozas y al siempre agradable reencuentro con las habas, el tocino y las rosquillas de San Marcos. Sin embargo, eso será algo que no ocurrirá con el Polideportivo Ejido, ya que le va a tocar pasar este San Marcos lejos de la algarabía y de la diversión de sus seguidores, le va a tocar vivirlo en el estadio de Castalia. Los hombres de Castro Santos necesitan ganar fuera de casa para que las cuentas le salgan y, según las cuentas del 'míster', hay que ganar, al menos, dos de los cinco partidos que quedan fuera de casa. A priori, el estadio de Castalia no se presenta como el más asequible, puesto que sólo ha registrado una derrota del Castellón en toda la temporada. Fue allá por el mes de septiembre, en la jornada número cuatro, es decir, más o menos el mismo tiempo que hace que el Poli no logra un triunfo lejos de su estadio. Pero ya saben ustedes que las estadísticas están para romperlas y, por tanto, ¿por qué no va a poder romper su racha de no ganar un partido fuera de casa desde la jornada tres el Poli en un estadio en el que no ha ganado nadie desde la jornada cuatro? Es más, ¿no es la magia del fútbol el hecho de que el 'pez chico' pueda comerse también al 'pez grande'? De todos modos, no estaría de más que igual que Santo Domingo se apareció en el estadio que lleva su nombre en forma de penalti en el descuento la semana pasada, ese San Marcos, al que van a estar venerando todos los ejidenses este fin de semana, se manifieste en el estadio de Castalia para ayudar al Poli a romper su maldición de los partidos de fuera de casa. Y si el equipo gana, todos a comer el lunes habas, rosquillas y tocino por el Santo. ¡Feliz San Marcos!

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