Las enzimas digestivas son proteínas especializadas que se encargan de facilitar la descomposición de los alimentos en nutrientes más simples para que el cuerpo los pueda absorber y utilizar para que cumplan con su función adecuadamente, las cuales se desarrollan en varias partes del aparato digestivo como la boca, el estómago, el páncreas y el intestino delgado.

Cada tipo de enzima digestiva tiene una función específica para descomponer diferentes tipos de nutrientes, como carbohidratos, proteínas y grasas, en moléculas más pequeñas y que el cuerpo las pueda absorber, por lo que las convierte en un elemento esencial durante el proceso digestivo con los que tener un organismo nutrido y un funcionamiento adecuado.

Absorción de nutrientes 

La pepsina es una enzima endopeptidasa que se produce en el estómago, específicamente en las células principales de las glándulas gástricas y su trabajo se desarrolla en un entorno ácido, creado por el ácido clorhídrico segregado, a su vez, por las células parietales gástricas. Este lugar es idóneo para activar la pepsina y que pueda realizar sus funciones.

La principal tarea de la pepsina es descomponer las proteínas en fragmentos más pequeños, conocidos como péptidos, los cuales son procesados por otras enzimas en el intestino delgado hasta convertirse en aminoácidos, que son las unidades básicas que componen las proteínas, el cuerpo los absorbe y les permite construir y reparar los tejidos.

La importancia de la pepsina en el proceso digestivo radica en su capacidad para descomponer las proteínas de una manera que las hace accesibles para la absorción intestinal. Sin esta descomposición inicial, las proteínas serían demasiado grandes y el cuerpo no las podría absorber de manera eficiente, lo que podría conducir a deficiencias nutricionales y otros problemas de salud.

La actividad de la pepsina está regulada cuidadosamente para garantizar una buena digestión y evitar daños en el propio estómago. Las células que producen pepsina también liberan un precursor inactivo de esta enzima, llamado pepsinógeno, que se activa mediante la acción del ácido clorhídrico presente en el estómago. Esta regulación finamente sintonizada ayuda a proteger el revestimiento del estómago de la digestión.

La disfunción en la producción o actividad de la pepsina puede tener consecuencias significativas para la salud digestiva ya que si hay insuficiencia no se digieren bien las proteínas y produce indigestión, distensión abdominal, malestar estomacal y deficiencias nutricionales.

Alimentos que contienen enzimas digestivas 

Las enzimas digestivas, al ser un elemento del aparato digestivo, influye el tipo de alimentación que incorporemos a nuestra dieta. Incorporar alimentos como los que se citan a continuación que son, en su mayoría con altos niveles de proteínas, ayudan a tener un proceso digestivo saludable:

• Papaya
• Piña
• Aguacate
• Mango
• Kiwi
• Plátano
• Manzana
• Jengibre
• Miel
• Nueces
• Yogur, kéfir y skyr.