Bajo Palio

La Catedral se inunda de emoción un año más

Hoy es el día del templo catedralicio de Almería y para abrir esta fecha tan señalada para muchos fieles, la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, el Señor Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced, puso en la calle y ante todos una impecable Estación de Penitencia, para que todos los fieles disfrutaran de esta gran hermandad a la que arroparon a lo largo de todo su cortejo procesional por las calles del casco histórico nuestra ciudad.

Con puntualidad, a las seis y cuarto de la tarde, y tras solicitar la venia para realizar la Estación de Penitencia, las puertas de la Catedral de la Encarnación se abrían y aparecía la Cruz Guía de alpaca plateada escoltada por dos faroles repujados en plata de ley. Tras ella se dejaban ver las largas filas de nazarenos con cirios en sus manos para iluminar al Señor de los ojos verdes, Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento. Veinte nuevos hábitos se han tenido que confeccionar este año ante la petición de los fieles para acompañar a sus titulares.

La salida tiene sus dificultades pues el paso de misterio es de dimensiones apabullantes. Los costaleros excelentemente comandados por los capataces del misterio, Carlos Galice y David Marín, comenzaron a superar el dintel de la puerta no sin esfuerzo, pero con la merecida recompensa de mostrar a toda la ciudad la grandeza y misericordia que Jesús tuvo por nosotros. La plaza de la Catedral, en la que no cabía un alfiler estalló en aplausos.

Antes era el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, el que realizaba la primera levantá del paso en el interior del primer templo de la diócesis. En esta ocasión el misterio estaba adornado por un exorno silvestre en tonos rojos y morados. Un Jesús del Prendimiento que este año estrenaba nuevo resplandores en plata de ley para el apostolado del misterio repujados por el orfebre Antonio Medina Vallecillo. Justo detrás del misterio, y como es costumbre, la Agrupación Musical Pasión de Linares tras el Himno Nacional, inició los sones de la marcha dedicada a Jesús en su Prendimiento.

Cuando el misterio del Prendimiento iniciaba su andar por las angostas calles de nuestro casco histórico, los corazones de miles de fieles empezaban a latir con más fuerza. Se vivieron momentos de emoción, fervor, amor a un Padre. Un año esperando para que el Señor Cautivo de Medinaceli se presentara de nuevo a los almerienses. Instantes antes el alcalde de la ciudad, Ramón Fernández Pacheco, y hermano de la cofradía en la que también procesiona, quién realizó la primera levantá bajo las bóvedas de la Catedral. La banda de cornetas y tambores de La Santa Cruz, de Almería, arropó con sus sones al Señor de Almería. Lágrimas, aplausos y vítores se entremezclaron entre el gentío que deseaba ver procesionar otro año más a un Señor Cautivo, que iba adornado con su tradicional monte de iris morados. Precediendo el paso los nazarenos portaban las cruces con el grabado sobre las mismas con la leyenda "Cautivo".

Salió el Cautivo y después su Madre, la Virgen la Merced. Tras una complicada salida que superó sin problemas, comenzó su caminar con suave mecida a los sones de Santa Cecilia de Sorbas, que estrenaban una nueva marcha dedicada a ella denominada "Merced" y compuesta por Cristóbal López Gándara. La devota cuadrilla de costaleros que llevan a esta bella imagen en volandas se fueron adentrando en las calles de Almería capitaneados con gran acierto por sus capataces, Luis Pardo padre e hijo. Para la ocasión, el paso iba adornado por anthurium y astromenias como exorno floral.

Una gran petalá recibió a Nuestra Señora de la Merced en la calle Real organizada como todos los años por su grupo joven, justo cuando los primero nazarenos ya se adentraban en la Carrera Oficial. Hacía las once y media de la noche, en la Plaza Jesús Cautivo de Medinaceli, se entonaron las últimas saetas a los titulares desde el balcón de la Casa de Hermandad, para decir adiós a los almerienses desde su Capilla, la del Prendimiento, hasta el próximo Miércoles Santo.

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