Una fuente que cobra vida y unos pequeños entregados a un momento de surrealismo que solo la imaginación de los niños puede recrear diferentes situaciones donde la fantasía cobra vida. La compañía CQP representó el espectáculo Manneken’s Piss.

En un primer momento en esa fuente de bronce y con luz propia contenía unas figuras que parecían aparentemente inmóviles.

Pero todo eso iba a cambiar. Como si de personas se tratasen empezaron a orinar agua sobre el público y los niños no dudaron en disfrutar de este divertido remojón.

Apuntaban para un lado, para otro, a menos distancia, a mayor. Los niños reían a carcajadas y disfrutaban de un momento que, aunque era un poco peculiar, se ganó a los asistentes por lo original y participativo.

Un espectáculo sin palabras donde el sentido del humor fue el principal ingrediente y las sorpresas vinieron acompañados en los distintos pases donde se celebró esta representación. Durante 25 minutos aproximadamente, la plaza Mayor fue un mar de carcajadas y diversión.