La UD Almería respira. Es solo una bocanada, pero después de cuatro partidos seguidos perdiendo y ante un rival como el Cádiz en el Carranza hay que dar el punto como bueno. Álvaro Cervera negaba con la cabeza cuando René sacaba una y otra vez las acometidas gaditanas. Los amarillos demostraron porqué están en la posición en la tabla en la que se encuentran, tuvieron que crear jugadas de ataque y el Almería no le dio espacio. Por ello el juego exterior del Cádiz fue tan excelso y productivo, desde fuera llegaron las mejores ocasiones cadistas. Lucas Alcaraz se sentía cómodo sin el balón, intentando robar para salir rápido en algo que no habitúa a realizar el Cádiz: fabricar fútbol.

No tuvo apenas transcendencia el robo y contraataque que proponía el Almería y lo pudo pagar. El punto tiene nombre y apellidos, Réne Román. Sin duda una de las noticias positivas de esta temporada para la UD Almería. Si el Cádiz no se llevo los tres puntos fue porque René hizo dos paradas prodigiosas, la mano que le saca a Servando bajo la línea de gol enmudeció el Carranza. Mientras el Almería era incapaz de hacerse dominador del centro del campo con Verza y Rubén Alcaraz cerrando líneas de pases y llegando al área propia para prevenir segundas jugadas, los extremos rojiblancos, especialmente desasistidos contenían a los laterales rivales con constantes ayudas. Traducido al lenguaje de Lucas Alcaraz, un partido defensivo tácticamente de notable. Este punto debe reafirmarse con una pronta victoria. La buena noticia, al margen de René, fue la vuelta de Tino Costa. El argentino tiene que entrar rápido en dinámica para que el juego ofensivo del Almería tenga algo de lucidez. Pozo le está esperando con la felicidad de saber que ya tiene alguien asociativo a sus espaldas dispuesto a suministrarle balones. Otro aire necesita el Almería, esperemos que esta bocanada en un campo tan difícil sirva para respirar tranquilo a final de temporada.