No estaría todo hecho, está claro, pero una victoria del Almería en Palma de Mallorca abriría de par en par las puertas de la permanencia, una temporada más, del equipo rojiblanco en la Liga de Fútbol Profesional. A día de hoy no es ninguna quimera. Solo hay que echar un vistazo a las rachas de los dos equipos, a sus números y ver como el Almería, descaradamente, es favorito para ganar al equipo de Sergi Barjuan, viejo conocido de la afición rojiblanca. El Almería, además, va a jugar con la ventaja de la angustia que le puede suponer al Mallorca recibir a un rival que les puede mandar a la Segunda División B, ya que de no sacar el partido adelante, sus opciones de permanencia serían casi un sueño para los bermellones.

Los rojiblancos deben de saber jugar este partido. Controlar la presión, dejarse los nervios en la caseta y saltar al césped sabedores que de ganar virtualmente habrán sellado la permanencia y, de esta manera disfrutar, si se puede llamar así, de lo que queda de temporada y brindarle a la afición dos partidos más en casa en los que los nervios y la tensión no hagan acto de presencia. Es más, hasta el empate no sería malo. Claro que la derrota en Palma de Mallorca volvería a encender las alarmas en el entorno rojiblanco, y dejaría con vida a un Mallorca que a duras penas sigue luchando por evitar lo que parece casi inevitable, como es el descenso. De ahí la importancia de no volver de vacío de Palma de Mallorca y a buen seguro Ramis ya se habrá encargado de recordárselo esta semana. Confiemos en que el equipo afronte el partido como exige el guion.