Esta semana estamos asistiendo a los festejos por el ascenso del Huesca a Primera. Una ciudad que no llega a los 60.000 habitantes, con un campo de un aforo que no llega a los 10.000 espectadores y con el cuarto presupuesto más bajo de la categoría. Y los vemos con envidia porque no se puede hacer más con tan poco. Algo parecido ya le ocurrió la temporada pasada al Girona, siendo uno de los presupuesto más bajos de Segunda, o en su día al Eibar, equipos con un perfil muy parecido al del Almería, pero con una diferencia importantísima, que en esos equipos sí se ha sabido invertir el poco dinero que han manejado para confeccionar plantillas capaces de competir. Está claro que no por tener mucho dinero te asegura éxito. Visto lo visto se trata de saber tener atino a la hora de incorporar jugadores que se ajusten perfectamente a las necesidades del equipo. Es más, esa experiencia ya la vivió el Almería de la mano de Roberto Olabe y Unai Emery, cuando reforzaron al equipo con muy poco dinero. Con jugadores que jamás habían salido en los álbumes de cromos y que le dieron un magnífico resultado. Estaba claro que sabían y conocían el terreno que pisaban. Sabían lo que querían y para qué les iba a servir y acertaron de pleno, como en su día hicieron equipos tan modestos como Eibar, Girona, o esta misma temporada, el Huesca, que en su día contó y seguramente siga contando con un buen "fichador", ya que los resultados están ahí. Es cierto que todo apunta a que el Rayo, con uno de los presupuestos más altos de la categoría, acompañará al Huesca a Primera, pero no nos tenemos que fijar en el Rayo, entre otras cosas porque la masa social no es tan grande, ni el Almería se acerca a su perfil presupuestario, pero sí a otros equipos que con un presupuesto igual o inferior al rojiblanco, compiten e ilusionan a su afición. El dinero no lo es todo. Lo importante es invertirlo bien.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios