Cuatrocientos dos millones de euros provincializados para Almería es la cifra que la Junta e Andalucía ha consignado para esta tierra en 2024. La cifra, notable para quienes gobiernan y seguro que escasa o pírrica para la oposición, entiendo es más que razonable. También lo parecen los proyectos a los que van a ir destinados, entre los que la agricultura y el agua tienen especial incidencia.

Cualquiera que conozca las necesidades de esta tierra es consciente de que nuestro futuro está ligado a la agricultura y el agua. Ambas forman o conforman un perfecto binomio. Van unidos para capitalizar el crecimiento y el desarrollo del que venimos gozando y que se prolonga durante más de medio siglo.Entiendo que el gobierno andaluz es consciente de ello y procura avanzar en los proyectos en marcha y en otros nuevos que busquen garantizar el abastecimiento, tanto humano como agrícola, y alejar el fantasma de la sequía, en la misma medida que dejamos de depender de otros para garantizar nuestras necesidades.El resto de propuestas, proyectos y consignación de gastos son más comunes, como es el caso del Smart Green Cube o la culminación del hospital de Roquetas de Mar.

Es posible que la calificación de “históricos” que los consejeros de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Ramón Fernández Pacheco y Agricultura, Carmen Crespo, sea adecuada si la comparamos con otros años. Con unas cuentas expansivas, con un crecimiento superior al 3%, parece más que razonable que una provincia como la nuestra, siempre en el furgón de cola a nivel andaluz, que ambos dirigentes saquen pecho o se jacten de lo presupuestado para esta tierra.

Pero no olvidemos que el papel lo aguanta todo. Una cosa es lo que hoy nos venden y otra será a finales de 2024 cuando hagamos un balance de lo que e nos dijo y lo ejecutado. Y ahí es donde debemos todos, quienes nos gobiernan también, hacer más hincapié. La ejecución de los proyectos que esta tierra necesita se nos antoja fundamental para, de verdad, alcanzar o tratar de equilibrarnos con otras provincias de la comunidad.

Debemos estar vigilantes para que las promesa se cumplan y los proyectos se ejecuten. De nada sirve hablar y hablar en modo argumentario y titular para la inmediatez de la noticia y el impacto fácil en redes, si al final, cuando de verdad hay que rendir cuentas, nos encontremos un año sí y otro también con las mismas partidas.

Les pongo un ejemplo esclarecedor acontecido en los últimos tiempos, -no este año- con las cuentas del Estado y los fondos para el AVE. Millones y más millones que visten en el mes de octubre y noviembre cuando se presentan las cuentas del Estado, pero que se desnudan con facilidad cuando los trabajos no avanzan al ritmo que todos esperamos y nos venden como si del Ramonet de turno se tratase.