EL delantero albojense Diego Capel, que en verano estuvo muy cerca de ser jugador del Almería, se ha convertido en una de las sensaciones del fútbol español, llamando la atención de grandes clubes europeos y españoles y haciendo que muchas voces pongan el grito en el cielo por su no convocatoria con la selección española que está a cargo de Luis Aragonés.

No es para menos. A su juventud y desparpajo hay que unir su gran calidad. Es la zurda más prometedora del fútbol español, desequilibrante, con llegada, con buen manejo de balón... Hay quien le reprocha que agacha mucho la cabeza, pero lo que no saben es que lo hace para ser más veloz... -como los motociclistas-.

Pero lo mejor que tiene Diego Capel no es ninguna de las virtudes mencionadas. A mí, lo que me fascina de este futbolista al que he tenido la suerte de conocer, es lo gran persona que es. Diego es humilde, muy familiar y hogareño, amigo de sus amigos, agradecido, nunca suele tener un mal gesto o una mala cara, es servicial... Y sigue siendo el mismo ahora que hace unos meses, cuando jugaba en el filial sevillista, o hace unos años, cuando se paseaba por la provincia con el Oriente.

Gente como Diego Capel es la que debería abundar en un mundo tan artificial como es el del fútbol y este tipo de jugadores son los que se merecen toda la suerte del Mundo.

Yo, como muchos albojenses y muchos almerienses, estoy muy pendiente de su trayectoria, siempre me alegro de sus éxitos y me entristecen sus fracasos. Ayer salió a la luz el probable interés del Real Madrid (como el Barcelona, el Arsenal, el Tottenham...), por hacerse con sus servicios. No sé donde acabará jugando la próxima temporada, pero lo que sí sé es que jugar en el Real Madrid es el sueño de s vida y el de toda su familia. Sin ir más lejos, su tío, Nino Capel, preside la Peña Madridista Tomás Roncero de la localidad albojense...