Hace un mes que los socialistas disputaban, y nunca mejor dicho, unas encarnizadas primarias que ganaba con holgura José Luis Sánchez Teruel. Pasado el sofocón inicial de perdedores y ganador, las aguas poco a poco vuelven a su cauce. Ya se sabe que no hay nada para descoser que las ideas y, de la misma manera, nada como éstas para coser y restañar heridas. A finales de mes los socialistas debatirán en unas jornadas sobre Pablo Iglesias y su estancia en Almería. Y en ellas estarán todos, sin distingos, con las diferencias, si no olvidadas, al menos aparcadas por un tiempo.