Foto.

Foto.

Los años no pasan en balde, sentencia el proverbio y constatan las evidencias. Tampoco cualquier tiempo pasado fue mejor, aunque sí distinto. Y, como razón del consuelo, de la conformidad o de la acomodación, que asista esta otra máxima por la que cada tiempo tiene, o trae, su afán. Recordar, sin embargo, las glorias pretéritas no es mala cosa, siempre que se saque partido a las evocaciones, con el agridulce efecto de las añoranzas, y no se pretenda repetir, bastante a destiempo, lo que no tiene razón de ser, por mucho que lo fuera no pocos años atrás. Algo de esto hay en el original y sugestivo reclamo de este Panda que debió recorrer muchos kilómetros en esas pruebas de resistencia hasta donde dieran los motores. Bien miradas las cosas -una forma de decir que con detenimiento-, solo el vehículo, este Seat Marbella, antes Panda, sin necesidad de atractivos añadidos, es un reclamo evocador porque trae a la memoria el tiempo en que comenzó a circular por calles y carreteras, en los primeros ochenta, hace más de cuatro décadas, cuando se estrenaban nuevos tiempos políticos y sociales en España. Prototipo del coche utilitario, como antes lo fue el Seat 600, también puede serlo de la apretura acogedora, ya que se buscaba sitio para el viaje, por estrechas que fueran las condiciones.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios