Chicote y la dialéctica Hegeliana

Es posible encontrar filosofía en el programa de Chicote porque rezuma dialéctica hegeleiana en su formato televisivo

La pregunta que me hicieron el otro día me hizo pensar. ¿Dónde se encuentra la filosofía? Pero hay que explicar un poco el contexto que rodea a dicha pregunta: un lunes por la mañana en la puerta de un colegio de primaria. Se trataba de una persona que no paraba de manifestar su rechazo a las memorias sobre la asignatura de filosofía en el bachillerato que vivió hace décadas. Entonces, cuando dijo La Critica de la Razón Pura, se estremeció. Tras eso aludió a dónde podría estar la filosofía lejos del formato libro o disertación académica. Tras él había otro padre que manifestó su adicción al programa televisivo donde aparecía el Chef Chicote. Tras oír la pregunta, y presenciar el momento, se me ocurrió decir que en el programa de Chicote también había filosofía. No supe si de verdad me había metido en un callejón sin salida pero en cierto modo sospechaba que no estaba del todo equivocado. Lo primero era evidente: dicho programa triunfa porque los ciudadanos se sienten representados aunque no pertenezcan a la hostelería. Es más, hay un componente de terapia durante su visualización. Todos los que lo hemos visto encontramos parecidos razonables con nuestros propios errores y hasta agradecemos el carácter paternalista del papel del Chef cuando aconseja vehementemente. Dicho así es un programa de éxito porque tiene un método terapéutico en realidad: conflicto-resolución de conflicto. Cuando decía esto me miraban. Entonces pensé en otra cosa. En realidad este método guarda relación con la dialéctica hegeliana. Para Hegel el movimiento dialéctico comienza con una negación y mediación sobre algo que acaba en el posicionamiento del individuo frente a una cosa, hecho, etc. En sus palabras: tesis, antítesis y síntesis. Y eso es precisamente lo que le sale a Chicote, aunque de una forma no intencionada. Hace una tesis sobre lo que ve y la cuestiona, antítesis, para acabar en una síntesis de lo observado. Al acabar le dije a aquel padre que la filosofía podía estar en cualquier parte y que era útil hasta para la hostelería. Le animé a darle una revisión a sus recuerdos del bachillerato y aplicar lo que sabía a su propia existencia. La Dialéctica hegeliana, precisamente, le podría ayudar a entender los procesos de transformación de las cosas y la unidad de los contrarios. Entonces asintió con la cabeza. Se despidió con una sonrisa zurda.

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