La tapia con sifón

Pan con...

El integral con una capa gruesa de roquefort artesano me ha dejado traspuesto

El pan ¡ay, el pan!...cuántos bodrios nos venden con ese nombre. Pero, poco a poco, también va creciendo la afición al buen pan, y están surgiendo nuevas panaderías, con éxito de público notable. Ya teníamos bastantes panes de diversos pueblos de la provincia, que han ido llegando a las tiendas de la capital, como La Tiendecilla de la calle de las Tiendas, La Chanata en el Mercado Central, Ultramarinos San José en la calle de Castelar o la pastelería Santa Rita en la plaza de ídem.

Ahora acaba de abrir en mi barrio, en Lope de Vega casi esquina a la plaza de la Catedral, un despacho de panes, elaborados en Níjar con gran calidad y variedad. Se llama La Tahona de Níjar y ya he probado con placer uno de sus panes integrales y el panete, un gallego más delgado que los habituales (que también los hacen). El integral con una capa gruesa de roquefort artesano me ha dejado traspuesto. Abren de martes a sábado, de 9:30 a 14:30. Hace ya meses que funciona con notable afluencia de público otra tahona similar: Obrador Las Pitas, en Cucarro, 70. Su catálogo de panes y dulces es muy amplio, aunque su horario es aun más corto: martes, jueves y sábados, de 9:30 a 14:30, dicen que porque hacen largas fermentaciones y necesitan tiempo. Se pueden hacer encargos al teléfono 633 613975 y recogerlos a partir de las 10:30 de esos mismos días.

Distinto, pero también interesante los panes morunos de la carnicería Assada, en la calle Real, casi enfrente de Casa Joaquín. Son dos, uno horneado y otro hecho en sartén. Con este último, que es más delgado, se pueden hacer pizzas muy sabrosas sin tener que amasar, ni comprar dudosas masas congeladas. Se trata de abrir el pan por el centro y usar las dos mitades como bases. Me lo enseñó Encarna López, que ha heredado de su madre el mando de la cocina de Casa Joaquín. (Ojo, Encarna madre sigue haciendo de vez en cuando sus deliciosas especialidades). Joaquín propiamente dicho me sugiere otro uso goloso: cortado como para la pizza, untado generosamente con sobrasada y hecho al horno. Ha de ser con sobrasada mallorquina que tiene más carne que tocino, porque si no se derrite completamente. Casi cualquier vino va bien con la sobrasada, desde un tinto de calidad a un fino en rama, por ejemplo el Inocente de Valdespino, que es un pelotazo.

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