En un año tan convulso como el pasado, no parece fácil elegir un dato o un número que prevalezca sobre los demás. Pero si escogemos el criterio del peso actual y futuro de una cuestión no resuelta, habremos de coincidir con Funcas en que los 170.800 millones de euros (alrededor del 12,7% del PIB) que supuso en 2023 el pago de las pensiones contributivas y no contributivas es una cifra verdaderamente relevante. Se trata, con mucho, de la partida más grande de los PGE y no se perciben visos de cambio: el rápido envejecimiento de la población, la llegada a la jubilación de personas con pensiones cada vez más altas y el impacto de la generación del baby boom que acaba de empezar a jubilarse dibujan un panorama muy preocupante, lleno de incertidumbres. “Se trata del mayor incremento anual de la historia, que triplica –asegura Funcas– el ritmo de crecimiento registrado a lo largo de los últimos 15 años”.

Los 15.800 millones más que hemos gastado respecto de 2022 reflejan una aceleración imparable que, sin duda, se confirmará en 2024. Para el año actual, está establecida una revalorización de las pensiones del 3,8%, lo que elevará el gasto por tal concepto en 6.500 millones de euros. A eso habrá que sumar el ingreso de nuevos pensionistas, lo que podría dejar dicha cantidad en más de 10.000 millones. Y lo peor, les decía, está por venir: en 2030, señala también Funcas, prácticamente 4 millones de baby boomers ya disfrutarán de su jubilación; en 2040 serán 11 millones. Ese horizonte, absolutamente probable, de pirámide poblacional invertida, plantea el imponente desafío de la sostenibilidad del sistema.

Según las proyecciones demográficas del INE, entre 2023 y 2050 la población en edad de trabajar se reducirá en España en unas 800.000 personas mientras que la población mayor de 65 años crecerá en unos 6 millones. Ante esta realidad, comprenderán la complejidad de encontrar una solución viable y admisible para la mayoría.

El Banco de España estima que hay que tomar medidas ya en 2025. Yo pienso que vamos muy tarde. El incremento de las pensiones es el problema más enmarañado con el que ha de lidiar la economía española. Un tema de Estado que requiere pactos de Estado. Uno de esos consensos que necesita del concurso de todas las fuerzas políticas, económicas y sociales y que hoy la polarización convierte en quimérico. El tiempo pasa y el desastre, si nadie hace nada, se va convirtiendo en ineludible.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios