Hace cuatro días -cuatro años más bien- que el Govern de la Generalitat decretó la (si es no es) independencia de Catalunya. Según la física de EGB, a toda acción le corresponde su reacción, y ésta ya está en marcha. Aunque apenas está empezando, se nota en un par de detalles: las encuestas dan cada vez menos porcentaje de catalanes que quieren la independencia; ya no llegan ni al cuarenta por ciento. Y otro dato, aun más relevante, es la adopción de formas culturales españolas castizas por parte de jóvenes artistas muy de moda.

La que más ruido ha hecho ha sido Rosalía, que empezó mezclando flamenco bastante auténtico con músicas urbanas. Su éxito ha sido mundial. Al principio salieron los clásicos gilipuertas con lo de la "apropiación cultural", como si un actor no pudiera representar cualquier papel -de hombre, de mujer o de neutro- o un traductor negro no pudiera traducir a Cervantes; y no digamos ya pintarse la cara de negro para salir de Baltasar en la cabalgata de los Reyes Magos, cosa que hizo uno de los arriba firmantes en 1992…¡cualquiera se atrevería hoy! Una vez asumido el terremoto de Rosalía, estamos casi todos de acuerdo en que es un pedazo de artista, y en que el uso de un material por parte de un artista no tiene que tener cortapisas. Y por otro lado, aquello de usar el flamenco era solo una de sus herramientas, que ya no suele usar apenas. Pero ha creado escuela. Otra catalana, Glòria Ribera ha ampliado esta senda y mira hacia otras rams de la música antigua: "El cuplé y la copla, son la subversión de las mujeres hecha canción"; hemos traducido esta frase del catalán, de su propia página web, para comodidad de nuestros lectores.

Gloria no se queda solo en la utilización de viejas coplas y cuplés, sino que su imagen denota una fuerte inclinación a lo andaluz castizo y/o tópico como puede verse en algunas de sus fotos: en una, posa vestida solo con una mantilla calada, como Concha Piquer se tapaba solo con un mantón de Manila. Y la famosa canción de Serrat "Qué bonito es Badalona", cuando dice aquello de "con mantilla y barretina". En la foto citada no lleva barretina, pero en otra aparece con un sombrero cordobés con chapas de pandereta intercaladas en el ala; y una chaquetilla vaquera con estampas de sardana en el pecho y la bandera catalana (la clásica, sin estrella) a lo largo de ambas mangas. Toda una declaración de intenciones, de mestizaje, de apropiación cultural para los imbéciles, o de "charneguez" para los "indepes".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios