Imagen/Javier Alonso

Imagen/Javier Alonso

Si se acude a las figuras retóricas, la sinécdoque lleva a denominar el todo con el nombre de una parte, o al revés, la parte con el nombre del todo. Así, España no ganó a Croacia la final de ese casi torneo veraniego de la Liga de Naciones, sino la selección española de fútbol. La metonimia, otro tropo retórico, consiste en utilizar términos distintos a los propios, pero sí de alguna forma relacionados: razón por la que a la selección española se le denomina “la roja”, dado el color su camiseta habitual. Luego la sinécdoque es una forma de metonimia debida, de manera concreta y limitada, al uso de las partes o el todo. Esta digresión retórica viene a cuento de la imagen como sinécdoque fotográfica, animada, además, por la imaginación. Una parte, los zapatos, diríase que representa el todo, la persona que se calza. Mas también influye bastante en la percepción la postura, que, en este caso, para nada se asimila al postureo. Ya que la primera, la postura, es natural o espontánea, y el segundo, el postureo, obedece a un artificio, a una actitud impostada que se adopta y se manifiesta cuando priman la conveniencia o la presunción. Pero en esta atinada sinécdoque de la imagen predomina la necesaria condición de tener los pies en el suelo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios