La tapia con sifón

Michelin 2023

Terraza Carmona obtiene el "bib gourmand", que premia la buena relación calidad precio

Como cada año, dedico la última columna de noviembre a la nueva edición de la Guía Michelin, por la relevancia que tiene para aficionados y profesionales. En todos los medios se ha destacado que se suman dos restaurantes españoles, Atrio y Hermanos Torres, al grupo selecto de las tres estrellas. La verdad es que ha aumentado la "generosidad" de la guía roja: ya son trece los tres estrellas, cuando durante muchos años tuvimos tres o cuatro. Algunos, como Ángel León o Subijana, tardaron muchos años en obtenerlas. Atrio también llevaba mucho tiempo sonando para su tercera estrella. Y el Mugaritz de Andoni Aduriz, que está entre los diez mejores cocineros del mundo, sigue con dos. Pero, ya digo, el elenco estrellado español aumenta bastante: este año hay 29 nuevos de una estrella y solo caen 7. En total, 250 restaurantes con estrella.

En Almería, por contra, hay pocas novedades. Tres buenas: La Costa mantiene su estrella y ya van casi veinte años. El almeriense Cristóbal Muñoz recibe el galardón "Mejor chef joven del año"; lo que pasa es que oficia algo lejillos, en Peñafiel (Valladolid), donde comanda el restaurante Ambivium. Y Terraza Carmona obtiene el "bib gourmand", que premia la buena relación calidad precio; en Almería solo hay otro: La Chumbera, en Aguamarga. Lo menos bueno es que seguimos con muy pocos restaurantes recomendados: solo diez, incluidos La Costa y los dos con bib gourmand. Igual que el año pasado, porque hay un alta y una baja, curiosamente las dos relacionadas con Alejandro, el restaurante roquetero que acaba de cerrar. El alta es Travieso y la baja es Bacus. Tanto el chef de Travieso, Dani Muñoz, como el de Bacus, Pablo Fuente, se formaron en las cocinas de Alejandro Sánchez. La baja de Bacus resulta extraña, dado que, como comenté aquí el sábado pasado, Pablo es finalista del prestigioso premio "Cocinero revelación" que se fallará en el próximo Madrid Fusión.

En otro orden de cosas, me entristece la noticia del próximo cierre de Viridiana, un templo de la buena cocina de toda la vida. Abraham García nunca se sometió a las modas, pero ha sido un referente para los buenos aficionados y para muchos cocineros de vanguardia: un cocinero de cocineros. Tenía en su cocina algunos guiños a las tradiciones de Almería, donde por cierto intervino en un curso de verano de la UAL, allá por 1997.

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