Reglexión e incertidumbre electoral

Hoy más que nunca es necesario reflexionar y pensar realmente qué futuro queremos para nuestros hijos y para aquellos que tampoco lo son

Estas últimas elecciones municipales y autonómicas han sido decisivas para clarificar un poco el estado real de la intensión de voto de la población española y nos convida a reflexionar. La clave no está en definir un nuevo discurso sólido, que también, sino establecer qué tipo de alternativa real se quiere. Si tenemos en realidad un compromiso con la sociedad y con el bien común, si estamos dispuestos a claudicar a nuestros propios intereses por el bienestar, el diálogo y la concordia general.

El resultado electoral ha estado condicionado por la promulgación de Leyes como la Ley de Garantía integral de la libertad sexual, la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas Trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, la Ley por el Derecho a la vivienda, la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, etc, Todas Leyes Orgánicas, la mayoría, que afectan directamente a las libertades y derechos del individuo y de los seres sintientes, que han sido concebidas y validadas con mayorías exiguas y sin el más mínimo propósito del consenso. Leyes integrales que, sin duda alguna, la sociedad civil exigía y que debieron ser aprobadas por mayoría cualificada, es decir, por dos tercios de aprobación de las Cortes Generales. Porque la democracia debe ser el fiel reflejo del diálogo, la mano tendida a todos y a todas; la gobernabilidad para las minorías, pero también para la irremediable mayoría que es la que cualifica al Estado y es la que le da la auctoritas y la denominación de demo. Nada más y nada menos, sin dogmatismos. Otras de las razones por las cuales la ciudadanía quizás ha dado la espalda a la gran propuesta del progreso de este país son quizás la vulnerabilidad y la fragilidad a la que se ha sometido a las instituciones públicas. Cómo la administración estatal ha cedido competencias a entidades privadas, cómo los medios de comunicación y los periodistas han sido monitorizados, señalados y difamados. Cómo se ha difuminado la separación de los Poderes del Estado, etc; y a la indefensión que ha podido percibir la propia ciudadanía con temas como la propiedad privada, el endeudamiento del país, el aumento de los impuestos, el alza de los precios, la gestión de las ayudas y subsidios, Etc. Hoy más que nunca es necesario reflexionar y pensar realmente qué futuro queremos para nuestros hijos y para aquellos que tampoco lo son.

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